No teniendo más opción, Cristóbal decidió hacerle caso a Romero y optó por acudir con Cristián para solicitar su ayuda, quizá tendría un poco de suerte y así encontrar a aquel delincuente...
-Santiago, iré a visitar a Cristián para pedirle ayuda como propusiste ¿Deseas acompañarme?
-Claro, pero...
-Nada, anda vamos.
Se dirigieron hacia la casa de Cristián sin perder tiempo, tenían que dar con el paradero de la niña cuanto antes.
Cristián los recibió un poco sorprendido, Cristóbal no perdió tiempo y comenzó a explicarle la razón de su visita.
-¿Pero cómo esperas que yo obtenga información? No creo que alguien me tenga tanta confianza...
-Vamos, ¿Podrías hacer el intento al menos?, ten en cuenta que si estamos en lo cierto, lograríamos dar con una red de tráfico infantil muy grande... Los padres de la menor están muy preocupados, realmente desesperados.-
Las palabras de Santiago lograron hacer efecto en Cristian, que aunque no estaba muy convencido, aceptó ayudarlos... De cierto modo por esa misma razón aceptó aquel trato con Ezequiel.
Romero y Cristobal partieron poco después de que Cristian aceptara ayudar, este se quedo pensando a quién podría acercarse para encontrar respuestas, llevaba poco tiempo cerca de esa gente, pero no le gustaba acercarse a ellos, pues a decir verdad todos le miraban con cara de quererlo matar, si no es porque Ezequiel lo mantiene protegido, tal vez él ya sería historia. En la mirada de todos se veía el rencor que cada uno sentía por él.
Parecía que no tenía ideas, nadie querría ayudarle, se dio por vencido, pero justo en ese momento el nombre de alguien llego a su memoria... Raul
Los primeros días que cruzaron palabra, se podía ver que no le quería ver ni en pintura. Y a toda costa busco no acercarse a él.
Pero ahora con la petición de Cristóbal tuvo que meditar la idea, siendo este su única opción decidió hacerlo, y cuanto antes mejor... Decidido sacó su móvil y marcó el número que Ezequiel, le indicó era el de Raúl.
Al tercer timbre atendieron...
-¿Si? ¿Quien habla?
-S-soy C-Cristián, quería ver si...
-¿Quieres darte prisa?- ahí estaba de nuevo esa forma tan hostil de hablar- No tengo todo el día.
Cristián pensó cómo era la mejor manera de investigar ese tema con personas como esa, Nada venía a su mente, sin embargo Raúl sin darse cuenta le dio la idea perfecta.
-No me digas que has llamado para invitarme a una cita- se oyeron sonoras carcajadas al otro lado del aparato que sostenía en su mano.
-¡Nooo!
-¿Entonces? Ezequiel no me ha informado que sería tu chofer en estos días ¿O me he perdido de algo?
-Solo quería invitarte un trago, ¿Hay algo malo en eso?
-¿Sabes? No se que pretendes, ni que te traes entre manos...
-Hey, para... Sólo quería salir a despejar mi mente, estoy harto de esta situación, cada día que pasó me veo atrapado en este mundo lleno de crimen... Fastidiado de pensar cada día que mi madre corre peligro... Cada mañana lo primero que hago es verificar que ella esté bien, cada que paso un minuto fuera de casa regresó con el temor de no encontrarla,pero tu que vas a saber de estar en esta situación ¿Verdad? pero esta bien si no quieres venir, adiós lamento habe...
-Esta bien- Se sorprendió por la respuesta de Raúl, dijo aquellas palabras a manera de desahogo sin pensar en el efecto que tendrían en él.-Nos veremos en el bar que está a tres calles de tu casa.
-De acuerdo.- terminó la llamada, se quedó pensativo esperando como debía abordar el tema, si convencerlo para que fuera con él a tomar algo fue algo muy difícil ¿Como haria para sacarle alguna respuesta?
De camino al bar seguía meditando su estrategia, tenía que conseguir algo de una u otra forma, no habia opción, deseaba que el asunto con esas niñas se resolviera de una forma favorable.
Al llegar lo divisó en la puerta y le hizo una señal, Raúl al verlo se acerco a él y juntos entraron. Decidieron beber ambos una cerveza, y tomaron asiento en una mesa cerca de la puerta, el bar no era muy grande pero se podía ver que era un sitio muy frecuentado en la zona... Pasaron al menos quince minutos de su arribo al bar y sin embargo no habían cruzado más que el saludo, para Cristian era el momento más incomodo que alguna vez vivió, pues todo era silencio, solo iban y venían miradas cargadas de duda, Raúl no sabía que lo habia llevado a aceptar la invitación de Cristian, y a cada momento se lo cuestionaba...
-Aunque soy de la ciudad, jamas habia venido a éste lugar.-por fin comenzó Cristian a tratar de entablar una conversación- se ve que está muy bien, ¿No Crees?
-Aja, como digas...- pero parecía que no seria tan facil sacarle algo.
-Escucha, estoy muy cansado de tu actitud... Digo yo no tengo la culpa de haber estado en el lugar incorrecto...
-¿Sabes cuantos dicen lo mismo? Siempre queriedo lavarse las manos, ¿Porque no afrontas tu responsabilidad?
-¡¿Cual responsabilida?! Tu jefe es un... Miserable, se aprovecha de las circunstancias... Debería estar refundido tras la rejas y no salir jamás.
-Estoy de acuerdo, y no sabes el gusto que me daría ver eso.-Cristian se sorprendió por las palabras de Raúl, no sabía si debía confiar en ellas, pero una cosa sí era segura, en sus ojos había rabia, ira y odio... Uno muy profundo.
-Si tanto lo odias ¿Por que trabajas con el?
-No me quedó de otra, las circunstancias fueron las que me guiaron a éste mundo...
-Si es así... ¿Por que dudas de mi?
-Yo... No lo se, con el tiempo que llevo metido hasta el fondo en esto he aprendido una cosa, hay personas sin escrúpulos que dicen cualquier cosa solo para ganar tu confianza y al final darte un tiro por la espalda, estar en este mundo sacó lo peor de mi y mi instinto me hizo ver que no debo confiar en nadie.
Las palabras de Raúl hicieron poner nervioso a Cristian, por un momento penso que habia descubierto lo que tramaba, fue un poco difícil mantener la calma.
-Pero, ¿Qué fue lo que te trajo a este mundo?
-Eso a ti no te importa, ¿O Sí?
-Tienes razon, no me importa...
Más rápido de lo que pensó, Raúl ya había bebido más de la cuenta, Cristian se dio cuenta que una persona así no era capaz de retener mucho la lengua, así que le permitió ahogarse de borracho, tal vez solo asi podria conseguir lo que quería...
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INFILTRADOS
AzioneCristián y Cristóbal mejores amigos desde la infancia, inseparables decían sus padres, o eso fue hasta que el destino los obligo a ir por rumbos muy distintos... Cristián que tan solo era dos años menor, de buen corazón y sentimientos nobles, al ver...