— ¿Sabes?, realmente no quiero café —dices mirando la taza sobre la mesa de centro delante—. Lo siento.
—No te preocupes —te mira firmemente.
Su mirada te incomoda, te hace sentir pequeña.
Él se levanta y camina hacia la cocina, lo escuchas llenando un vaso de agua y al volver te lo tiende.
Te le quedas mirando, sentada—. No me gusta el agua.
—Bébelo —te insiste, tendiéndolo nuevamente. Niegas—. Anda, bébelo, no seas terca.
Bufas, casi riendo—. Oye, vamos claros que esto no es el instituto, ¿vale?, aquí no eres mi profesor, no me mandas.
Él deja el vaso sobre mesa, asintiendo levemente—. De acuerdo.
Da la vuelta hacia el mesón de la cocina y recoge una cerveza con la tapa sobre puesta, y vuelve a sentarse enfrente a ti diciendo—. Si no te molesta —te cruzas de piernas, formando una mueca con tus labios.
Casi te hace gracia.
Abres la boca, pero no sabes exactamente qué decir y vuelves a cerrarla. Se te escapa una pequeña risa. "Que capullo, ¿es que lo ha hecho a posta?", e inclinas tu cabeza, mirándolo.
Él no ha dejado de hacerlo desde que se sentó.
— ¿De casualidad... —estrechas tus ojos— no tendrás otra cerveza?
Sonríes.
—Oh —la señala y hasta parece sorprendido—, ¿estás segura?
Pero lo sabes, él lo sabe.
Te encoges de hombros, y afirmas.
—No creo que sea una buena idea. Después de todo sigues siendo mi alumna —está sonriendo, aunque no lo veas.
Y sin embargo se levanta y vuelve con una cerveza, pero no te la entrega, en cambio se te queda mirando.
—Soy mayor de edad —vuelas los ojos, cogiéndola. Él se va a sentar enfrente a ti.
—Entonces... Jaq probablemente no aparecerá mañana —te dice mientras bebe de su botella.
—Que se joda Jaq. Es un imbécil.
Él asiente y de un momento a otro están hablando sobre el instituto, algo sobre que el último año es el mejor, y él hasta tiene una tortuga de mascota, te la enseña y su nombre es Nena, cabe en la palma de tu mano. Le dices que a ti te gustan los perros, pero que en realidad tienes un hermano, y que tu madre es alérgica a los pelos.
Hablan de alergias, síndromes, películas, hasta de Trump. Luego de dos horas y tres cervezas, él maneja unos veinte minutos, dejándote en la puerta de tu casa.
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Rookîe Amørîs
Novela JuvenilNoortje llega a un nuevo instituto en su último año, enamorándose de su profesor de deportes.