FINAL

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*Narra Arely*

Después de ir al médico las ideas no dejaban de rondar por mi cabeza, o lo que quedaba de ella, fue realmente impactante el saber que tengo un tumor en la cabeza, el doctor me explicó que tengo que operarme para que se me remueva y pueda seguir con mi vida, pero si me opero tengo que perder a este bebe, este pequeño ser que está dentro de mí y que por nada del mundo voy a matar, prefiero morir yo a tener que matarlo a él. Una extraña sensación de tranquilidad habitaba en mi cuerpo, es que ahora que sabía que tengo a una persona dentro de mí a la cual cuidar no me importa tanto mi vida, si me dieran a elegir entre su vida o la mía, elegiría la de él, sin dudarlo. Regresé a casa con la esperanza de encontrar a Manuel y contarle lo que pasaba pero él no estaba, después de unos segundos recordé que estaba trabajando y tal vez comeríamos juntos, pero su llamada nunca llegó, tal vez tenía algo de tiempo para prepararle la sorpresa, si eso es lo que tengo que hacer, decirle de una manera especial que será papá dentro de 7 meses y medio. Fui a comprar algunas cosas para la sorpresa, empecé a acomodar todo y dejar esa caja de color amarillo en la mesa del comedor, después de algunas horas y unos mensajes que me avisaban que llegaría pronto a casa, entró por la puerta Manuel sorprendiéndose por las luces apagadas. Al encenderlas vió la caja amarilla sobre la mesa, con una tarjeta diciendo que la abriera, lo hizo. Salieron globos amarillos volando, dejando al fondo de la caja una carta y una fotografía

"Hola, aún no sé cuál es mi nombre pues nadie me ha puesto uno, solo quiero decirte que ya te amo y aun no te conozco, que deseo verte y poder tocar tus manos, manos con las que me sostendrás y que estoy seguro o segura harás hasta lo imposible por protegerme con ellas, estoy en camino, espero que me quieras tanto como yo ya te quiero, nos vemos en 7 meses y medio papi"

A algunos pasos de él lo observaba y veía su reacción, estaba muy sorprendido y con algunas lágrimas en su rostro, estaba feliz, se le podía ver y esto me afirmaba que no importaba nada más que hacer que en un futuro estén juntos, aunque tal vez yo no pueda estar junto a ellos.

Me acerqué y lo abrace por la espalda

-Arely: sorpresa, seremos papás

Manuel me tomó de las manos y me puso frente a él, besó mi frente y luego mis labios, podía sentir las lágrimas en sus mejillas aun corriendo, definitivamente no se lo esperaba

-Manuel: ¿Arely es en serio?

-Arely: ¿estas molesto? Perdóname, te juro que si me estaba cuidando pero... -me interrumpió

-Manuel: cómo crees que voy a estar molesto, jamás me imagine que esto me daría la mayor felicidad que he sentido en mi vida, preciosa vamos a ser papás, vamos a tener a un pequeño o una pequeña, no importa que sea, pero lo tendremos

Esperaba otra reacción de su parte pero verlo así me llenaba el corazón, cada día estaba más feliz que el otro, hasta que recordé el pequeño detalle, tengo que elegir si mi vida o la de él, y es una decisión ya tomada, prefiero que mi hijo o hija viva, mi vida a partir de hoy no es tan importante como la de él o ella.

Pasaron los días y les dimos la noticia a nuestros amigos y familiares, todos felices, incluso en mi trabajo que decidieron darme tiempo para llevar mi embarazo, pero tenía que aguantar lo más que pudiera antes de que se enteraran de mi enfermedad, nadie lo sabía solo mi médico el cual me recomendó se lo dijera a Manuel, pero si se lo decía estaba casi segura que preferiría mi vida, hemos pasado por tantas cosas y hemos estado separados y sé que ya no quiere volver a pasar por algo así, así que no puedo decírselo, no hasta que no le quede de otra que elegir a nuestro hijo.

Han pasado 4 meses desde que me enteré que sería mamá, todo ha ido muy bien a excepción de mi maldito tumor, a veces me dan dolores muy fuertes y solo una vez alguien se percató de eso, Fer mi hermano, es la única persona que sabe de mi enfermedad y lo hice prometerme que jamás permitiría poner mi vida antes que la de mi hijo, en las ultimas circunstancias haría hasta lo imposible por mantenerlo con vida, ahora puedo llamarlo en masculino, hace algunas semanas nos confirmaron que sería un hermoso y lindo hombrecito, Manuel era el más feliz, fantaseaba día y noche con enseñarle a jugar todos los deportes que a él le gustaban, me encantaba saber su planes, planes que tal vez realizarían sin mí, solo un milagro haría que viviera esos momentos con ellos. Siguieron pasando los meses hasta que se llegó el día, la fuente se había roto y tenía que correr al hospital, fue en la madrugada por lo que gracias a Dios Manuel estaba conmigo, seguramente él estaba más nervioso que yo pero no se le notaba, estaba muy guapo, con su gorra, jeans y esa playera de su equipo favorito que muchas veces usaba. Por fin llegamos al hospital sin antes hablar con él

Un amor secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora