Capitulo19: Necedades

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Estábamos en la enfermería, Bill, mi madre y la señora Weasley conversaban. Ron, Hermione y yo mirábamos a Harry, ninguna palabra se escaba de nuestros labios. Hasta que unos pasaos y voces alborotadas llenaron el exterior de la enfermería

— ¡Van a despertarlo si no se callan!- dijo la señora Weasley— ¿Por qué gritan así? No habrá ocurrido nada más, ¿no?

 —Es la voz de Fudge —susurraba Addisson

— Y ésa es la de Minerva McGonagall, ¿verdad? Pero ¿por qué discuten?- se aventajó Molly. Se  oía perfectamente: gente que gritaba y corría hacia la enfermería.

—Ya sé que es lamentable, pero da igual, Minerva —decía Cornelius Fudge en voz alta.

— ¡No debería haberlo metido en el castillo! —Gritó la profesora McGonagall—. Cuando se entere Dumbledore...

Fudge entró en la sala con paso decidido. Detrás de él iban Snape y la profesora McGonagall.

— ¿Dónde está Dumbledore? —le preguntó Fudge a la señora Weasley.

—Aquí no —respondió Molly, enfadada—. Esto es una enfermería, señor ministro. ¿No cree que sería mejor...?

Pero la puerta se abrió y entró Dumbledore en la sala.

— ¿Qué ha ocurrido? —Inquirió bruscamente, pasando la vista de Fudge a la profesora McGonagall—. ¿Por qué estáis molestando a los enfermos? Minerva, me sorprende que tú... Te pedí que vigilaras a Barty Crouch...

— ¡Ya no necesita que lo vigile nadie, Dumbledore! —gritó ella—. ¡Gracias al ministro!

—Cuando le dijimos al señor Fudge que habíamos atrapado al mortífagos responsable de lo ocurrido esta noche —dijo Snape en voz baja—, consideró que su seguridad personal estaba en peligro. Insistió en llamar a un dementor  para que lo acompañara al castillo. Y subió con él al despacho en que Barty Crouch...

— ¡Le advertí que usted no lo aprobaría, Dumbledore! —Exclamó la profesora McGonagall—. Le dije que usted nunca permitiría la entrada de un dementor en el castillo, pero...

— ¡Mi querida señora! —bramó Fudge, que de igual manera parecía más enfadado de lo nadie jamás había visto—. Como ministro de Magia, me compete a mí decidir si necesito escolta cuando entrevisto a alguien que puede resultar peligroso...

Pero la voz de la profesora McGonagall ahogó la de Fudge:

—En cuanto ese... ese ser entró en el despacho —gritó ella, temblorosa y señalando a Fudge— se echó sobre Crouch y... y...

 No era necesario que lo explicara, ya todos en la sala sabían lo que significaba, el dementor le había dado el beso a Barty, lo había dejado en un estado peor que el de la muerte.

— ¡Pero, por todos los santos, no es una pérdida tan grave! —soltó Fudge—. ¡Según parece, es responsable de unas cuantas muertes!

—Pero ya no podrá declarar, Cornelius —repuso Dumbledore. Miró a Fudge con severidad, como si lo viera tal cual era por primera vez—. Ya no puede declarar por qué mató a esas personas.

—¿Que por qué las mató? Bueno, eso no es ningún misterio —replicó Fudge—. ¡Porque estaba loco de remate! Por lo que me han dicho Minerva y Severus, ¡creía que actuaba según las instrucciones de Voldemort!

—Es que actuaba según las instrucciones de Voldemort, Cornelius —dijo Dumbledore—. Las muertes de esas personas fueron meras consecuencias de un plan para restaurar a Voldemort a la plenitud de sus fuerzas. Ese plan ha tenido éxito, y Voldemort ha recuperado su cuerpo.

Can't hold us (1T-DM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora