Aceptar...

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SELINA KYLE

Estaba buscando a Bruce en la fiesta y no lo veía por ningún lugar, cuando lo encontré... estaba con Harley.
Los sentí. Sentí celos de mi amiga, la maldije para mis adentros pero al mismo tiempo no quería pensar mal de ella, solo quería que se alejara de el. Le lancé una mirada cargada de furia. Comenzó a sonar otra canción y las personas taparon mi vista de Harley y Bruce. Cuando pude ver de nuevo a Harley, el ya no estaba con ella. Escudriñe entre las personas que bailaban pero no lo ví por ningún lado, seguí buscando y caminando entre las personas de la fiesta hasta que sentí un par de manos grandes en mi cintura y oí un susurro en mi oído.
—No deberías ponerte celosa. Selina. —Susurro Bruce a mi oído.
—Tu no deberías coquetear con mis amigas —le dije en un tono coqueto y duro a la vez que me volteaba hacia el.
El lanzó una pequeña risa y negó con la cabeza.
—A veces es muy coqueto, señor Wayne —comenté poniendo mis brazos al rededor de su cuello.
El rió y puso sus brazos en mi cintura con cautela.
—¿Y usted siempre es tan bella, señorita Kyle?
Reí ante su comentario.
—Oye... ¿Por que no nos han sacado de aquí los guardias o algo así?
—Por que yo lo ordené —sonrió con orgullo.
Rodé los ojos y no dije nada. Comenzó a sonar una canción romántica y comenzamos a bailar, descanse mi cabeza en su hombro y bailamos. Bailamos solo escuchando la música, los pasos de los tacones de las mujeres que bailaban y uno que otro cuchicheo. Se podría de decir que, al menos los dos, bailamos en silencio.
—Selina, he pensado... —rompió Bruce el silencio —. He pensado...
—Dilo ya Bruce —ordené.
—He pensado que vengas con migo, me refiero a que vengas a vivir con migo —dijo nervioso.
—Bruce...

—Solo es una posibilidad. —Dijo cambiando a su típico semblante serio —. Sería lindo que que pudiéramos estar juntos, sin tener que ocultarnos en las sombras...

—Pero... —dije completando lo que supuse que diría el, y mi suposición, como siempre, era correcta.
—Pero hay muchas complicaciones. Como...
— ¿Como que ambos tenemos una doble vida?, ¿o como qué soy una villana? —le reproche susurrando para que nadie se enterara de nuestra plática un tanto privada.
El lo pensó por un segundo.
—No es el lugar para hablar de eso señorita Kyle.
Me tomó bruscamente de la mano y me condujo con rapidez por la mansión hasta una habitación gigantesca.
—Ahora si, hablemos —dijo volteando a todos lados para asegurarse de que no había oídos curiosos por ahí.
—Hablemos.
—Me gustaría que vinieras, pero no lo se... Hay muchas cosas en contra.
—Lo se, lo se, soy una criminal.
—No. Fuera de Gatúbela y Batman. Las complicaciones también tienen que ver con la vida de Bruce Wayne —sentenció —. Todo eso de que las cámaras me siguen por doquier, cada día hay un nuevo chisme de mi, además de todo sobre la empresa y...mis cuatro dolores de cabeza... mis... mis hijos —dijo lo último con una tono de tristeza pero al mismo tiempo de orgullo.
Sonreí.
—Si lo se, el par de mini engendros que viven contigo y el otro par de los mas grandes que vienen casi cada fin de semana.
—Si, Damian, Timothy, Jason y Ricardo —sonrió pero la alegría no llegó a sus ojos.
—¿Ellos no me aceptaran? —le pregunté, aunque sonó más como una afirmación que como una pregunta.
—Lo harán, quizá tarden... pero lo harán.
—¿Y si no? —fruncí el ceño.
—Ellos no mandan mi vida, Selina. Además, alguien te aceptaría.
—¿Ah si?¿Quién?
—Pues... —se quedó pensando. Era obvio que ni siquiera sabía que podía decir.
—Dime pues, ¿Quién me aceptará?¿Que dirán? ¡Oh, si, mi nueva mami! ¡Uhu! ¡Que feliz estoy! —dije haciendo una mala imitación de como ellos lo dirían y con falsa emoción —¿Ricardo? ¿Timothy? ¿Jason? ¿Damian? —espeté con sarcasmo pero a la vez con enojo y el nombre del último, ya que era obvio que el jamas lo haría.
Lo meditó por un segundo y luego dijo:
—Dick te aceptaría...
—¿Éstas seguro? —lo mire alzando una ceja.
El me miró intentando pensar en una buena respuesta.
—Ricardo cree que soy una criminal y ya —le reproche.
—El sabe que eres buena —me acarició la mejilla con las yemas de sus dedos.
—Y, ¿Qué tal Jason?...
—Bueno, Jason no acepta nada —me dijo con ese tono de voz de "es obvio".
Eso era cierto, Jason no aceptaba nada.
—Buen punto. Además, Jason ni siquiera considera a esta su familia... —en cuanto lo dije quise retractarme.
Pude notar a Bruce algo triste, me sentí culpable por la estupidez que acababa de decir. Me maldije mil veces a mi misma para mis adentros. Era la verdad, pero yo no tenía por que decirla de esa manera.
—Lo... Lo lamento, lo lamento Bruce —quise disculparme —. Lo... lo siento tanto, no... no fue mi intención decir eso... Yo... yo solo...
—No importa, lo se —dijo intentando restarle importancia pero seguía con ese semblante triste que me hacía sentir tan culpable —Tim, el te aceptaría —comentó cambiando de tema para no seguir con el tema de su segundo pupilo.
Lancé una pequeña risa.
—No lo creo. Y Dam...
—Damian —interrumpió.
Lo mire esperando que continuará. El dió un largo suspiro y luego dijo:
—Damian te acepta, pero jamás lo dirá.
—Ay Bruce —le susurré acariciando su mejilla con mi mano —. Bruce, ellos podrán aceptar que tengas una relación conmigo, pero a mi... a ni no me aceptaran.
Suspiró y me tomo la cara delicadamente, se acerco a mi poco a a poco y depositó un tierno beso en mis labios, pegó su frente a la mía y nos miramos a los ojos.
—... Y ahora el anfitrión de la fiesta: ¡Bruce Wayne! —exclamó un hombre desde l salón donde era el baile.
Se separó y me dio un beso en la frente. Me dijo en susurros:
—Tengo que irme, esperame, hablaremos de esto otro día, ¿de acuerdo?
Asentí y se marchó, dejándome sola en la habitación. Yo lo esperé. Cuándo regreso salimos discretamente de la habitación y bailamos toda la noche.

Cuando la gente comenzó a irse Bruce fue a despedirse de las personas, mientras yo buscaba con la mirada a mis amigas un niño como de unos doce años se me acercó y se quedo mirándome.
—¿Que se te ofrece, niño? —pregunté de mala gana.

—Sabes que solo eres un capricho ¿verdad?.
—¿Un capricho? —pregunte alzando una ceja.
—Si, un capricho, una distracción, cosa de un rato. Eso fue mi madre alguna vez, eso eres tu —dijo grosero.
—¿Quién eres tu, niño?
—Quien voy a ser yo, soy el hijo de Bruce Wayne —contestó con aires de grandesa.
—¿Damian?
El sonrió maliciosamente y se marchó.

BRUCE WAYNE

Cuando estaba con Selina escuche que me llamaron y salí para dar un discurso. Al salir todos me recibieron con aplausos y ovaciones, di mi dichoso discurso sobre la soberanía de Gótica, las buenas obras y todo eso. Lo mismo de siempre para hacer sentir a los ricos que asistieron como buenas personas. Después fui a buscar a Selina y bailamos toda la noche, aunque no se por que, pero no pude dejar de pensar en Harleen ni por un segundo.
Cuando llegó la hora de irse me despedí de todos dejando a Selina sola. Damian se le acercó, iba a ir a alejarlo pero en vez de eso aproveche esa distracción para poder despedirme de Harley.
Me acerqué donde ella y la señorita Isley.
—Fue un gusto, señorita Quinzel.
Ella me miró confundida.
—Digo, señorita Quinn —corregí —. Espero volverla a ver.
—Igualmete, señor Wayne.
La tomé por la cintura y me acerque para darle un beso en la mejilla pero ella me lo dio en los labios y luego me sonrió tiernamente.
—Adiós —dijo coqueta y se dio la vuelta.
No podía explicar lo que sentía al verla, y mucho menos lo que sentí con ese beso.
Busque a Selina y a Damian y cuando la encontré Damian se estaba alejando.
Me acerque acerque a ella y me despedí con un beso, para luego verla irse con sus amigas criminales.
Aquella noche se comportaron muy bien y tenerlas ahí me quitó de encima la preocupación de si harían algo malo en las calles de Ciudad Gótica. Aquella noche de verdad me sentí confundido. Aquella noche fue muy extraña.

Esperó que les haya gustado, no se como me quedó ya que esta vez lo hice para que narraran Selina y Bruce, planeó que el próximo lo narre un miembro de la bati-familia, seria bueno que me ayudaran y me dijeran quien quieren que lo narre.
Otro cosa, ¿les gustaría una escena "hot"?
Bueno, sin mas me despido. Nos leemos luego. Amor, besos y un abrazo psicológico.

Te necesito, mi horrible amor (Harley Quinn/ Harlivy/ Jarley) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora