Te necesito, mi horrible amor (Harley Quinn/ Harlivy/ Jarley) [EDITANDO]

La salida rápida

Anda, mátala.
Me agache y tomé entre mis manos la pistola que estaba en el suelo, le quite el seguro y la observe detenidamente. Apunte con ella hacia la cabeza de la pelirroja.
¡Vamos!
¿Que esperas?
¡Hazlo ya!
    Las voces resonaban en mi cabeza, me gritaban dejando un eco.
—Claro. Por que no —me encogí de hombros y las tres mujeres me miraban aterradas, el Sr. J esbozó una sonrisa maliciosa.
¿Que esperas?
Es la mejor salida.
La mas rápida
Y la mas divertida.
—Si, si ya voy — le dije y sin pensarlo ni un segundo más le dispare a la pelirroja justo en el medio de la cabeza
¡Anotacioooon!
— ¡Anotación! —repetí entusiasmada.
—¡Pero que puntería! — dijo mi Puddin, lo mire y la furia me inundó de nuevo, no estaba para cumplidos de su parte, algunas de las voces mas sensatas me decían que no era el momento.
—¡Callate! — le grite. Mire el cuerpo de la chica, no debí dispararle a ella, era culpa de él, todo era culpa de él.
Disparale.
Le apunte con la pistola, me sudaban las manos y podía ver cómo estaban temblando.
—Por favor, no me lastimes — pidió con sarcasmo, me recodo a la primera vez que le apunté con un arma —No te atreves, hermosa, no tienes al fuerza — me retó.
¿En verdad me atrevería a dispararle? Solo sabía que le demostraría que tenia la fuerza.
— ¿Eso crees? ¡Puddin! — grité y tire del gatillo, la bala quedó en la pared, después de atravesar la cabecera de la cama, a no más de un centímetro de su cabeza.
—Mmm, ah ah —negó con la cabeza — debes mejorar esa puntería, dulzura.
Lo hiciste adrede.
—¿Qué? —pregunte.
Lo fallaste adrede, fallaste el tiro, no quieres matarlo —tenia razón.
—¿Y que si no quiero hacerlo? —me queje.
—¿Matarme?, no preciosa, claro que no quieres. Tienes una puntería perfecta, ¿entonces, por que fallaste?— inquirió casi con dulzura— tu no me quieres matar, no podrías— tenía razón.
Se levanto y caminó hacia mi, yo retrocedí.
Deje de apuntarle con la pistola y me apunte a la cabeza. En el momento en que lo hice el pareció alarmarse, pero segundos después, una sonrisa socarrona aprecio en sus labios, puso las manos arriba como si al que le estuviera apuntando fuera a el. La salida mas rápida seria matarlo y a ellas, nadie sospecharía de mi, o quizás si, pero ¿Quién no quería al payaso muerto?
—Vamos, ven conmigo, tranquilizante —me dijo con falsa ternura. Era falsa, ¿cierto? Tal vez no quería que me matase porque le importaba. O tal vez el quería tener ese gusto.
Le apunté de nuevo, tome mi traje, mi mazo y salí corriendo de la casa, estaba lloviendo muy fuerte y los truenos azotaban ciudad Gótica. Lo ultimo que escuche de mi Puddin fue:
—Harley vuelve, ¡Harley!, ¡no seas idiota! ¡Volverás!
Estaba a punto de detenerme, dar media vuelta y pedir perdón, esperando que lo aceptara y no obtener moretones en el proceso.
No mires atras, no vuelvas.
Vuelve, el te ama, el te necesita,tu lo amas, lo necesitas, tienen que estar juntos.
Vete a la mierda.
Tu, el, nuestro "amor" y esas mujeres. Váyanse todos a la mierda.
Vete a la mierda, horrible amor.

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Besos. Amor. Un abrazo psicológico.