Antes del encuenro: ¿Otra arlequín?

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GUASÓN

Estaba en un club, donde me había encontrado un tipo, para matar a alguien. El muy maldito me puso una trampa, me iba a matar, ¡a mí! ¿Pueden creerlo? Yo tampoco, obvio escapé, y aquí estoy, vivo y listo para matarlo.

—¿Por qué quiste matarme, amigo? ¿Qué acaso no te gustan mis chistes? —pregunté con una sonrisa de oreja a oreja.

—Todos te quieren muerto, Guasón. Le iba a hacer un favor al mundo —explicó.

—Ah, creía que éramos amigos, comenzabas a caerme bien —le dije cabizbajo con tristeza exagerada —. Pero que se le puede hacer, tendré que matarte.

Rocco me entregó un cuchillo. Lo teme un una mano, comencé a observar su hermoso filo, amenazante, asesino.

El no decía palabra, así que proseguí. Comencé con los dedos de la mano, la sangre de ese credo comenzaba a manchar mis manos de color rojo. Acerque el filo manchado de color carmesí a la cara del hombre, la cual estaba plagada de miedo y de dolor.

—¿Última palabra?

—No me mates —dijo con hilo de voz.

—Que poca creatividad —reproche —. Ahora, pongamos una sonrisa en ese rostro.

El filo atravesó su piel de lado a lado, mostrando una sonrisa plagada de rojo. Al momento se escuchó un sonoro grito de dolor proveniente de su garganta, el cual me llenó de satisfacción y alegría. Las lágrimas salían de sus ojos llenas de dolor, seguía vivo así que termine con mi acto haciendo un gran corte en su cuello, terminando por fin con su asquerosa existencia.

Aún tenía algo que hacer. Buscar a la niña estúpida.

Maldigo el día en que conocí a esa niña estupida problemática, y maldigo más el día que me sedujo y la hice lo que es. La maldigo mil veces a ella por existir, maldigo a su madre y padre por procrearla y me maldigo por crearla.

—Señor Guasón —dijo con voz suave la pelinegra que estuvo conmigo la noche en que Harley se largo.

Reaccioné , saque mi revolver sin seguro y con un rápido movimiento voltee y apunte a la cabeza de la chica, quien me miró asustada. Sonreí, era tan lindo ver la cara de una persona atemorizada.

—Lali —llamó con voz temblorosa a la rubia de esa misma noche.

Esta se acercó sonriendo. No sabía lo que el par de mujerzuelas tramaban, pero no puedo negar que me causaba curiosidad.

—Tranquilo Guasón, venimos en paz —anunció —. Eso sí no está la novia desquiciada.

—Ella se fue, no ha vuelto —dije intentando restarle importancia al asunto, para que la chica prosiguiera, quería saber porque estaban ambas en ese lugar.

La rubia soltó una pequeña risita.

—Conoce a tu nueva y mejorada —hizo una pausa, en ese momento creí saber lo que pasaba, y acerté — ¡Harley Quinn!

Y ahí caí en cuenta de ese detalle, ambas estaban vestidas intentando imitar el estilo de Harley Quinn, aunque no salió muy bien.

Era algo cómico, ¿De verdad? ¿Harley Quinn? No se parecía, para nada, de hecho, aunque ella era rubia, la pelinegra hasta se parecía más a Quinn que ella.

Te necesito, mi horrible amor (Harley Quinn/ Harlivy/ Jarley) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora