UN MOMENTO PARA OLVIDAR

2.4K 106 13
                                    

I

Sentía como el alcohol comenzaba a tomar el control de su cuerpo, pero a pesar de eso, Hermione Granger seguía bebiendo como si no hubiera un mañana. En realidad eso es lo que sentía, y todo porque Ronald la había dejado por otra, para ser más precisos, por una niñata que apenas iba a cuarto y encima pertenecía a otra casa.

¿Qué es lo que tiene esa niña, que ella no tenga? Bueno, si es por las tetas, ella se podría hacer un implante, no había problema... ¿acaso es por su pelo? Tranquilamente se lo podía planchar. ¿Por su gordura? Podría empezar una dieta...

Sacudió la cabeza intentando alejar todo aquello de su mente. Miró el cielo, que ahora en ese momento se encontraba despejado, y cubierto de estrellas. En serio, la vista desde la torre de astronomía era increíble. En realidad a ella le hubiese gustado haber perdido su virginidad en ese lugar y no en la parte trasera del coche de los Weasley después de haber hecho los mandados para la señora, otro error más...

Sin poder evitarlo, largo un pequeño grito de lamento.

- Ahg, ya no te soporto. Hay gente que intenta buscar tranquilidad, ¿sabes? -. Dijo una vos detrás de ella, quien no era otro que Draco Malfoy.

- Si quieres tranquilidad, ¿por qué no te matas y ya? -. Preguntó Hermione ahora enojada.

- Porque a pesar de que quisiera eso, no puedo... -. Contestó él, en vos baja.

- Ya, seguro -.

Ambos volvieron a quedarse callados, como si realmente ni uno ni otro se encontraba ahí. Al final, Hermione se levantó del suelo, y se dirigió a donde se encontraba Draco y le ofreció la botella de whisky de fuego. Él tomó la botella y bebió, Hermione se sentó a su lado, cruzada de piernas y volvió a agarrar la botella.

Era la primera vez, después del comienzo de las clases, una vez que arreglaron todos los muros de la Histórica Escuela de Magia y Hechicería, que ambos se veían fuera de las clases. La primera vez, que no se insultaban o maldecido... La primera vez que se ofrecían a acompañar el uno al otro, y compartir una botella, aunque sea de alcohol.

Pero el hecho era que, en realidad, Draco siempre subía a la torre de astronomía, desde que comenzaron las clases. Después de que había terminado la Guerra, nunca había podido permanecer encerrado o dormir con tranquilidad, además de que aquella estúpida sensación de culpa o soledad, le consumía y no podía sentirse bien, así que subía arriba y se quedaba ahí, hasta incluso a veces cuando comenzaba a amanecer.

No quería volver a ese castillo, pero su madre le había obligado. Le había dicho que su padre y ella debían arreglar todo aquello con el ministerio y no querían que a él lo involucraran. A pesar de que sabía bien, que no iban a ser juzgados realmente, ya que Potter iba a testiguar que, sobre todo su madre, lo habían ayudado a la hora de derrotar a Voldemort, pero aun así su madre tenía miedo, y creía que iba a estar mejor entre sus amigos.

¿Mejor entre sus amigos? Zabini, Theodore, Pansy y Astoria también se encontraban perdidos entre sus propios miedos, culpabilidades, soledad y todo eso. A pesar de que aun todos seguían siendo unidos, no podían mostrar sus verdaderos sentimientos, después de todo eran Slytherin y ninguna serpiente podía dejar nunca su orgullo aun lado...

- Esto es patético, ¿a que sí? -. Preguntó de golpe Hermione, a lo que Draco se encogió de hombros como forma de respuesta y volvió a tomar la botella.

Entre los dos se acabaron la botella. Ya no tenían con qué mantener a raya aquello que habían intentaban encerrar en su pecho, pronto empezaron a buscar alguna distracción, a lo cual ninguno de los dos pudo encontrar. Bueno, por un momento.

Es Más Que Eso... [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora