Es Más Que Eso... [FINALIZADA]

LÁGRIMAS DE SANGRE

XV

Hacía dos días que a Hermione le dolía el vientre. Al principio había sido un dolor leve, casi olvidadizo, pero a medida que iba pasando, el dolor se iba incrementando de apoco, volviéndose cada vez más insoportable, pero se encontraba tan ocupada con cosas de la escuela que ni siquiera había pensado en ir a la enfermería, y es que no quería detener lo que estaba haciendo.

Se encontraba cansada de que Ginny la persiguiera e intentara todo el tiempo hablar de Draco Malfoy y conspiración con las que Hermione no quería perder el tiempo. Había tratado todos los días de mantenerse lo más lejos posible de Draco, incluso en las clases que compartía con él lo intentaba.

En la cafetería ambos se sentaban de espaldas al otro, y ninguno de los dos se volteaba a ver por nada del mundo. Todos conocían el romance que ambos tuvieron, o al menos eso se rumoreaba, pero ninguno de los aludidos había negado o afirmado nada, por tanto seguían en rumores. Y se decía que el bebé que Hermione esperaba era supuestamente de Dean Thomas, pero otra vez, nadie afirmó nada, pero tampoco se hablaba mucho de eso, respetaban demasiado a la Heroína del Mundo Mágico, como para andar con habladurías que no les correspondía. Y eso Hermione lo agradecía.

Faltaba poco para que las clases culminaran, y sabía que poco tiempo después, ella daría luz. Pero a finales de esa semana, ella tenía turno en San Mungo, para ver un médico, por eso, también dejaba que aquel dolor persistiera sin importancia, como una tonta.

Cuando iba saliendo prácticamente a las corridas de la Biblioteca, ya que llegaba tarde al Gran Comedor para la cena, resbaló por culpa del suelo mojado por algún resto de hielo que había dejado algún alumno. El golpe no fue fuerte, ya que cayó sentada, pero algo dentro de ella le dijo que no estaba bien. El dolor en su vientre desapareció de golpe, y eso la aterrorizó más que calmar.

Respiró profundamente y trató de calmarse, no quería moverse, tenía miedo, pero tampoco sabía que hacer. Lágrimas cayeron de sus ojos, sin siquiera comprende el motivo. En los pasillos y biblioteca ya no quedaba nadie, ya que todos se encontraban en el Gran Comedor.

"Ginny...". Pensó desesperadamente, pero ella no se encontraba en el castillo, ya que junto con Ron habían ido a hacerle una "visita" a Fred, como cada mes, y Harry también la había acompañado. Ella se había quedado porque no quería encontrarse sentimentalmente inestable, ya que últimamente se encontraba sensible por todas las hormonas.

La directora McGonagall, ella sería su salvación. Pero antes de que pudiera siguiera pronunciar el hechizo de convocación, ella de desmayó, ni siquiera lo vio venir. Golpeó con fuerza su cabeza en el suelo y ahí se quedó, sin poder siquiera saber lo que en verdad sucedía a su alrededor.

* * *

- Quiero ser diseñadora, sabes que siempre se me ha dado bien todo eso -. Iba diciendo con entusiasmo Astoria, desechando por completo la solicitud del Ministerio de Magia.

- Yo que tú, aun no desecharía nada, querida. Es más, aceptaría aquel puesto que nos ofrece el Ministerio sin dudarlo -. Le dijo Blaise, arrebatándole la carta de la mano, y comenzando a leerla.

Astoria miró de reojo a Draco, quien seguía igual de frío. Los tres iban a la biblioteca a terminar una tarea de Posiciones que debían entregar al día siguiente, y habían escogido la hora de la cena para hacerlo, ya que de esa forma la biblioteca estaría vacía y sería aun más silenciosa. Sólo faltaba un mes y medio para que las clases culminasen para siempre, para ellos, y los exámenes estaban apunto de llegar, esperaban tener todo preparado para irse y comenzar con sus verdaderas vidas.

Doblaron una esquina, y los tres se quedaron parados, como petrificados, pero fue Blaise quien se movió enseguida.

- Tiene pérdidas, hay que llamar a Madame Pomfrey y a la directora.

Astoria asintió y fue en busca de ellas, mientras que Draco se quedó aun parado, sin saber que hacer o sentir. Algo dentro de él se empezó a desquebrajar. Aquella pared que había tratado construir al rededor de su corazón se comenzó a partir al ver esa escena. Pensaba que ya no sentía nada por ella, que ya la había olvidado. Pero al verla ahí, tirada en el suelo como si ya no tuviera vida recorriendo su cuerpo realmente temió que perderla, más de lo que ya la había perdido.

Se acercó corriendo a ella y se puso a su lado, mientras Blaise hacía un hechizo de contención para que su cuerpo no sufriera más de lo que ya estaba. Revisaba sus signos, como todo un profesional.

- No siento al bebé -. Dijo de golpe Blaise. Y Draco dejó de respirar.

* * *

Hermione abrió lentamente los ojos, miró la habitación de un blanco impoluto, sin comprender aun en donde estaba ni que había pasado. Hasta que de golpe los recuerdos le invadieron la mente, y un dolor profundo le atravesó el corazón. Se incorporó enseguida sintiendo un dolor físico por todo su cuerpo.

Levantó la manta y miró su vientre. Lágrimas comenzaron nuevamente a salir de sus ojos al ver que su vientre no se encontraba abultado como debería estarlo. ¿Qué había pasado? ¿Y su bebé? Gritó con todas sus fuerzas, esperando que todo esto fuera una pesadilla y nada más.

Pero todo seguía igual. En eso la puerta de la habitación y Draco Malfoy se hizo presente.

- ¿Qué? -. Le gritó Hermione. - ¿Vienes a burlarte de mí? -. Le preguntó, pero cuando iba a seguir vio que Draco tenía lágrimas en sus ojos.

Él entró dentro y cerró la puerta, apoyándose luego en ella, mientras se cruzaba de brazos. La miró por un segundo largo, viendo que ella se encontraba al borde del desquicio. Él quería acercarse a ella y abrazarla, pero él no se la merecía, y pensaba que acercarse a ella iba a empeorar las cosas.

- ¿Qué quieres? -. Preguntó Hermione, deseando estar sola con su desgracias. Se limpió la cara con la sábana y se abrazó a sí misma. - Estoy cansada de que me mires así, así que me harías un enorme favor si me dejaras sola, porque en serio no tengo ganas de...

- Lo siento -. Dijo de golpe él, mientras que sin poder evitarlo, unas lágrimas se escapaban de sus ojos...

* * *