¿Guerra?

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Esas noches lloré mucho por la impotencia,no sabía mucho de la guerra pero por lo poco que había escuchado,prefería no saberlo,y encima nadie me había querido hablar del tema,nadie absolutamente nadie quería decirme que iba a pasar... nadie...

Mi pero pucki me lamía las lágrima de la cara todas las noches , para ese momento los adultos ya estaban demasiado ocupados hablando de la guerra como para venir a acomodarme,y simplemente se apago la luz de un día más.


Pasaron unos meses y el nerviosismo iba a peor.
Oía a la gente hablar de la soñada guerra,pero yo no la había vivido,existía el miedo pero no había llegado el terror.

Me sentía extremadamente enfadada que los adultos andarán nerviosos. Fui sabiendo más cosas de la guerra,decían que había bombas,sangre y gritos. Decían que la guerra traía devastación,miseria y desesperación,decían tantas cosas malas de la guerra...pero yo no las veía,oía que andaba lejos,por ahí,pero yo no la veía...

En mi cabeza,la guerra era un gigante horrible que llegaba a tu casa y levantaba el techo,se tragaba a tu familia y luego pudría el suelo allá donde dejaba la huella,pero yo no veía ningún gigante asomarse a mi poblado.

Y un día todo volvió a tener luz;nació mi hermana,de un momento para otro,mi familia ya no tenía esa preocupación encima,estaban felices. Mi hermana fue como un faro,un foco de luz en los brazos de mi madre , yo creo que mi hermana llegó para alegrarnos a todos,o al menos eso pensaba en ese momento,mi padre me cogió entre sus brazos y me sentó en sus rodillas para que yo pudiera ver cómo mi madre le daba el pecho a mi hermana.Norah se llamaba, y hay estaba yo,viendo como mi hermana le chupaba la teta a mi madre y agarraba la mano con sus delitos de bebé.

Norah nos volvió a unir,y una noche me acerqué a su oído a darle las gracias, Norah -le dije- nunca ningún monstruo pisará el suelo que tu has llenado de alegría.

Yo era una niña con muchas ganas de jugar,y el gigante seguía sin asomarse a mi pueblo. Mi padre seguía cultivando,mi madre seguía dando clases y yo empecé a darme cuenta de que esa guerra no existía,empeze a creer que fue parte de un mal sueño,que no era la realidad. Aunque había escuchado que en algunos sitios,no muy lejos de mi hogar,ya había llegado la oscuridad,pero,¿que?¿sabes que pasa? Que piensas que a ti nunca te va a ocurrir.

Andaba yo chutando la pelota cuesta abajo por un camino con dos amigas mías,cuando derrepente el balón llegó a los pies de una señora; la señora estaba en el suelo ,y lloraba. Estaba vieja y arrugada,pero no vieja y arrugada guay cómo mi abuela,mi abuela tenía arrugas divertidas y bonitas. Ella decía que esas arrugas significaban que había vivido,sin embargo ,la de esta mujer, no estaban para nada llenas de vida,estaban llenas de muerte...


El cuento de HannahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora