AMANECER

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A la mañana siguiente se despertó entre todas su almohadas, Beca amaba las almohadas y tenía una cama King size que le permitía tener muuuuchas, al ver su despertador vio que marcaban más de las 12:00 del día y al lado de él estaba la caja negra, la abrió para asegurarse que seguía ahí el dije del velero que había encontrado anoche, era obvio que debía llamar a la pelirroja para acordar en donde entregárselo, la pelirroja estará como loca buscándolo, o al menos eso le pareció a Beca, era curioso, tanto tiempo en la industria discográfica le dio el talento de poder leer a las personas, captar movimientos que ellos no ven, y saber que tan predecibles pueden ser, ella creía que era un gran talento, pero en ocasiones eso la hacía un poco manipuladora, al saber cómo manejar a las personas para que complacieran sus caprichos, en fin esa era otra historia, se levantó de la cama, se puso sus pantuflas, su bata. Era momento de bajar a tomar el desayuno.

Con dolor de espalda, se estiro, volteo a su alrededor, vio a su amiga Aubrey extendida por toda la cama, con sus almohadas por el piso, Chloe pensó que esa era la razón por la que no le gustaba dormir con Aubrey, tendía a patear a la gente y a moverse demasiado por la noche, se espabilo y se sentó, trato de recordar lo de anoche, y su ansia acudió a ella, se dio cuenta que había pasado realmente lo que había pensado antes de dormir, Chloe tenía la manía de cuando se ponía nerviosa tomar su dije y juguetear con él, eso le relajaba y le permitía pensar con mejor claridad, porque aunque las demás del grupo pensaban que ella no se estresaba, la realidad es que ella tenía que ser fuerte para que el grupo se mantuviera unido, pero en sus tiempos libres se quedaba pensando en el pasado y en el futuro, era como si su mente estuviera viajando en esos dos tiempos, por eso cuando su presente era muy bueno, enfocaba toda su atención en ello, por eso disfrutaba pasar tanto tiempo con sus amigas, ellas le enseñaron que la vida era muy divertida en el presente.

Chloe salió un tiempo con una chica, Daphne era su nombre, todo era muy bonito al principio, la llenaba de detalles y cariños, ella era muy feliz, su mente estaba en el presente cuando ella estaba con Daph, pero después de que ella se graduó todo empezó a ir mal, era como si el hecho de que Daphne ya tuviera un trabajo estable le diera derecho de decirle a Chloe que si seguía reprobando literatura rusa no llegaría a nada, que no entendía como a una persona se le podía hacer tan difícil esa materia, no entendía que una persona fuera tan tonta, cuando Chloe recordaba esto, se le inundaban sus ojos azules bebes, ella era fuerte e inteligente, solo que en ocasiones no sabía cómo exteriorizarlo.

Chloe era muy sensible y se preocupaba por sus amigas, por lo que le rodeaban, Chloe era como una esponja con las personas, llegaba un momento en que no podía dejar de pensar en los problemas de sus amigos, por que así era Chloe, para ella lo más importante era que las personas a su alrededor estuvieran bien, como sea, Chloe dejo a esa chica, pensó que ya era suficiente de que alguien le hiciera daño, cuando termino esa relación, fue un momento muy caótico para la pelirroja era como si su mundo se hubiera venido abajo, la quiso mucho si, y nunca entendió por qué unas personas pueden cambiar cuando tienen ya dinero o un lugar de prestigio, ella no quería estar con alguien así, por que Chloe podría tener lo que quisiera pero no podría hacerle mal a un ser humano, si por ella fuera hasta adoptaría a todos los gatitos y perritos que ve en la calle, porque así es Chloe Beale, después de eso decidió que era momento de tomar un descanso de Los Ángeles, era momento de tomar un respiro, viajar a otro país, que se yo... Así que decidió irse a la hermosa y soleada Copenhague o al menos ella pensaba que sería así, porque cuando llego allá se dio cuenta que llovía demasiado en ese lugar y que no se podía hacer casi nada, pero un día mientras estaba en su hotel viendo llover a través de la ventana, vio un pequeño velero atado al muelle, al parecer la lluvia empeoraba y el aire amenazaba con volcarlo, nunca olvidaría ese velero, blanco con una vela color rojo, a pesar del aire que había y la lluvia que lo hundía, el velero salía de nuevo a flote, eso le pareció muy interesante a Chloe por que no fue no solo una vez ni dos ni tres, fueron 8 veces que hizo eso, las conto ella misma, era como si el barco se resistiera a hundirse, admiro su fortaleza, y pensó que ella sería un velero, en sentido metafórico obvio, pero que por más tormentas que hubiera en su vida, o aires tratándola de tirar ella seguiría fiel a sus sueños, ella seguiría fiel a lo que ella es y no dejaría que nadie la quisiera hundir.

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