Imperfectamente ella

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Ella no era rara, era distinta y eso la hacía única.
En sus vacaciones de verano no solía viajar, nada de playas, ni piscinas, le agotaba mucho eso de salir, sentía que el sol consumía su energía - Sí, algo extraño pero real - se encerraba en su habitación, unos cuantos vasos de café helado, o quizá yogurt con cereal y numerosas columnas de libros por leer, ella amaba esas vacaciones, quizá no la que muchos soñaban, pero si la que ella tanto ansiaba, pues se sentía completa. Uno que otro día podías apreciar escritos hechos por ella, formulados en momentos inesperados, pensados quizá repentinamente, pero en donde sólo mandaba el alma y posiblemente sólo ella lo entendiera...
Ella se tomaba cada minuto para hacerse realmente feliz, algo tan importante como eso, no podía dejarse en manos de cualquiera. ¿verdad?

Estaciones grisesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora