Vencidos

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Yo amaba tanto cantar y él tocaba las melodías más sublimes de la existencia, nuestros instrumentos habían sido creados para encajar perfectamente, al igual que nuestras manos. Pero el destino se propuso a desafiarnos, cada día era un invierno menos junto a él, cada vez veía su perfecta sonrisa tan borrosa y el brillo de sus ojos se iban apagando...
¿A caso nos estábamos dejando vencer tan rápido?
...De pronto las letras de mis canciones se volvían cada vez más comunes y mis auroras se volvían cada vez más grises.
Nos venciste, abatiste nuestras almas en el barranco, y aunque siempre quise luchar, no podía nadar sola contra la corriente, ¿O sí?

Estaciones grisesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora