-¿Estás lista? -preguntó el pelirrojo esperando a Laura mientras miraba su reloj, impaciente.
-¡Ya voy! -contestó ella. Él sabía perfectamente que tendría que esperarla más o menos unos diez minutos más. Sonrió.
Laura colocaba en la parte de arriba de su cuerpo una remera/polera rosada y transparente, dejando vista a su bikini negro. Su abdomen plano estaba al descubierto y si seguíamos bajando, encontraríamos su cintura cubierta con una mini falda suelta verde. Se miró al espejo por última vez y bajó con la cartera con sus cosas a mano.
Calum sintió sus pasos por la escalera poco a poco. Se volteó y probablemente vio a la chica más linda en traje de baño. Ese traje de baño y falda la hacían ver muy bonita, aparte de que su cintura se veía más marcada. ¡Qué no daría por tocarla! Si ganas no le faltaban.
-¿Estoy bien?
-Estas maravillosa Laura.
Ella sonrió. Otra de las miles de cosas que amaba de ella.
Al llegar al primer piso, su amigo la esperaba con su brazo curvo para que ella entreñazara el suyo. ¡Qué romántico! Caminaron hasta la puerta, cuando un caballero pelirrojo le abrió la puerta, sonriendo siempre. Sonrió. Cerraron la puerta, y se subieron al auto Mercedes negro.
Laura miraba mientras el auto comenzaba a avanzar. No hablaba y eso no era normal. Estaba seria, y se apoyaba en la ventana como si estuviera triste o algo estuviera haciendo mal.
-¿Pasa algo?
-No, sólo que pienso... ¿No será esta otra trampa de Ross?
-Laura -empezó. Ella lo miró-. ¿por qué solo preguntas por Ross? ¿Acaso no quieres ir a la fiesta?
-Claro que no quiero ir, te lo dije desde un principio. Pero como ya le dijiste que iríamos juntos nada puede arreglarlo. -suspiró antes de volver a echar su cabeza a la ventana.
Rió leve, casi inaudible.
No pasaron más de veinte minutos, y ya se estaban estacionando frente a la gigante casa de Ross. La música se oía fuerte, chicas gritaban y reían. Esto aclaró las dudas de Laura.
Puede que me haya equivocado, pero esto no es nada seguro, quizás sean audios en los parlantes. Psss, tonta no soy. -pensó segura.
Se bajaron del auto y caminaron viendo la noche agradable por sobre ellos. El barrio donde vivía Ross era de alta clase. Sus casas vecinas estaban todas de un color crema perfecto sin manchas ni graffitis, los jardines eran pequeños pero muy bien adornados con rosas y margaritas, más de alguna tenía una mascota canina que ladraba ante la presencia de ambos.
Tocaron el timbre. No demoraron en abrir.
-¡Hola! ¿Quiénes son ustedes?
Preguntó una chica morena y un poco más alta que Laura. A ella se le hacía conocida, pero no lo recordaba exactamente. Una voz masculina gritó:
-¡Déjalos pasar Courtney!
Y ahí la castaña se quedó plasmada con los ojos abiertos como platos. ¿Courtney? ¿Courtney Eaton? No, no podía ser ella...
La morena se hizo a un lado dejando la pasada. Ambos pasaron, ella cerró la puerta.
-Guau.
Murmuraron a coro al ver la fiesta. Las paredes tenían luces fosforecentes, unas tenían cuadros de mujeres bonitas, como Camila Cabello, Emma Watson, Fifth Harmony (alv :'v) y en uno se notó una figura parecida a Laura. Sonaba la música de "Safari" y en una esquina del territorio unas cinco parejas bailaban sensualmente bajo unas luces de diferentes colores. En la piscina, un grupo de aproximadamente nueve chicas estaban a la orilma de la misma; unas con su teléfono, otras sacándose selfies, y otras simplemente dejando su cuerpo al aire. Pero alguien tocó su hombro, haciéndola voltear.
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ONLY MY FANTASY; raura
أدب الهواة-Entonces sólo fuiste una fantasía, sólo mi fantasía. -No sé que decirte. - dijo limpiando una lágrima que quería asomarse. -Lo que digas no podrá quitar que sólo eres y serás una fantasía para mí.