8. Una carta más

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Me paré al borde del abismo, justo en el momento que comencé a quererte.

Acepté la aventura de caminar a tu lado.

Me desnude ante ti mostrándote todos mis defectos, todas mis debilidades y me aceptaste.

Sin embargo, nuestros lazos empezaron a deteriorarse y te marchaste.

En mi infortuno, volvi a mis viejos vicios:
el cigarro y el licor.

En mi ahogo por el humo del cigarro, recordaba como tus besos me dejaban sin aliento;
En mi embriage por el licor ingerido, recordaba lo amarga que habia sido tu despedida.

No me arrepiento de haberte entregado
todo mi amor, pero este adiós me esta quemando a fuego lento y lástimosamente no puedo salir de este vacío infinito que poco a poco está acabando
con mi vida.

-Anónimo.

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