Un Sentimiento entre la Oscuridad.

Días Soleados.

Los días se iban volando, ya había pasado dos meses de que mis amigos se fueron de la aldea, y eso no era normal. Este día era soleado y la matriarca me dejo salir por un momento, pero en el momento en que se fue, los pasos de alguien acercarse me hizo dar un largo suspiro.

—creo que esto se llama acoso ¿no?

Levanto mi rostro hacia el cielo haciendo que los rayos de sol chocarán contra mi rostro.

—Te ves mejor —rompió el silencio.

Cierro mis párpados y sonrío levemente ante sus palabras. Segundos después siento como su mano se entrelaza con la mía que se encontraba apoyada en el suelo. Después siento como su cabeza es apoyada en la mía.

—Es tranquilo cuando ese híbrido no está por los alrededores —lo escucho susurrar.

Doy una leve sonrisa ante su comentario, pero esta desaparece. Ellos no vuelven desde hace dos meses. Puedo sentir su mano dar un pequeño apretón.

—ellos estarán bien...

Asiento y apoyo mi cabeza en su hombro.

— ¿todavía lo quieres?

Me separo de él y niego, podía sentir su mano apretar más la mía y sonrío.

—no tienes que preocuparte...

Siento como afloja el agarre y se levanta del suelo.

—Deberías volver —lo escucho decir, después escucho sus pasos alejarse.

— ¿qué le ha pasado?

Me levanto del suelo y camino hacia donde se encontraba la aldea. Cuando siento las voces juveniles de los jóvenes fue cuando empecé a sentirlo. Un terrible dolor en todo el cuerpo, empezando con la cabeza. Este dolor era más fuerte causando que mis rodillas chocarán contra el suelo. Me abrazo a mí misma, y los ojos me arden, la piel igual.

— ¡oka-san! —escucho la voz de Shippo y la pequeña Rin.

Y sin más el dolor desapareció como si esta no hubiera estado presente.

— ¿se encuentra bien? —preguntó la niña.

Asiento ante su pregunta y me levanto del suelo como si nada.

—eso había sido más raro que los demás...

________Salto en el tiempo________

Días después se había acercado Sesshomaru y me había dicho sobre el por qué se había ido, lo que me dijo me dejo un poco asustada.

— Me encontré con ese tipo de nuevo... —dijo él con un tono severo.

Bajé mi mirada un poco nerviosa, ahora tenía sentido sobre ese terrible dolor, él se encontraba cerca mío.

—Kagome —puedo sentir como sus manos ahuecan mis mejillas —no te dejare sola... Ese tipo no te volverá a hacer daño...

Levanto mi mirada y acerco mi mano hacia su rostro, lo acaricio y le sonrío. Pasaron los minutos estando así hasta que él empieza a moverse, después algo cálido roza contra mis labios.

Solo era un pequeño roce entre nosotros haciendo que sienta unas cosquillas en mi estómago.

Él se separa de mí y siento como un calor corre hacia mis mejillas.

—Te ves tierna cuando te sonrojas —el calor en mi rostro se intensifica.

—No digas cosas vergonzosas —moví mis labios ante las palabras, pero como siempre, ningún sonido provenía de estos.