#26: Celebración (parte 2)

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José.

Bien, ha pasado tres días desde que todos se enteraron de lo mío con Valeria y no podría ser peor.

Andrea no habla con Valeria, Óscar está molesto conmigo porque cree que su novia está enojada con todos por mi culpa, Noé está ofendido porque no le dije, Raquel está furiosa porque es Valeria, incluso le llamaron a Sol y se la pasó gritandome por diez minutos sobre lo desconsiderado e insensible que fui. Mientras tanto, Alexa y Saúl fingen que no sabían y se hacen los ofendidos conmigo en público.

Solo falta que Valeria no quiera hablar conmigo hasta arreglar todo con su mejor amiga, oh espera, eso está pasando.

Ahora estoy pintando para tratar de relajarme cuando en eso entra Alexa con una mirada preocupada.

—¿Qué haces? — me pregunta en tono cantarín.

—Lamentarme a mí mismo y pintarte — le contesto mientras combino colores de forma algo agresiva en mi paleta para conseguir el azul de sus ojos.

—José — me llama Alexa acercándose a mí y se distrae viendo el cuadro —. Ay, que bonito y no lo digo porque soy yo, lo juro.

—Todavía no termino — le digo y empiezo a pintar sus ojos con delicadeza cuando el sonido de llamada en mi teléfono me alarma y terminó pintando de más, arruinando el cuadro.

—¡No puede ser! — exclamo agarrando el celular, con intenciones de lanzarlo por la ventana pero respiro y contesto la llamada, capaz que es mi hermana y viene desde quien sabe donde a darme una platica sobre la importancia de contestar las llamadas y la paz interior.

—¿Hola? — contesto algo agresivo.

—Hola José, soy Jazz — me dice la voz de mi hermana del otro lado del teléfono.

—¿Qué pasa Jazz? — le pregunto tratando de sobar amable, mi hermana no merece que la trate así, ella no hizo nada, solo ser perfecta.

Bien, me estoy molestando más.

—Raquel me llamó. —Oh oh, estoy en problemas. —Me contó lo que pasó y quiero que sepas lo mal que está ocultarle cosas así a tus amigos, ¿alguna vez pensaste en los sentimientos de los demás cuando se enteraran?

—No, porque a diferencia de ti, solo me preocupo por los sentimientos de mi familia — le respondo algo molesto, hace cuatro años se hubiera reído de lo que hubiera pasado, ahora está mal.

—Tus amigos son tu segunda familia — me dice ella y ruedo los ojos.

—Jazz, que trates a tus amigos mejor que a tu familia no significa que yo también deba hacerlo — replico molesto en tono grosero.

Sé que en un par de minutos se me bajara el coraje y me llamaré estúpido por hablarle a mi hermana así, pero necesito desquitarme con alguien.

—José... No me gusta tu tono — me dice sería, casi suena como la vieja Jazz, lástima que yo sigo siendo el mismo José.

—Si, bueno, bienvenida al club — espeto molesto y le cuelgo la llamada, volteo a ver a Alexa que me mira sorprendida y luego desvía la mirada hacia la pintura.

Ambos nos quedamos en silencio viendo la pintura arruinada sin decir nada, aunque, por primera vez, no le pongo atención. Miro de reojo a Alexa cada cierto tiempo con una ceja arqueada, a este punto, esperaba que me regañara o algo así, pero está callada viendo la pintura.

—¿No dirás nada? — le pregunto sin verla.

—¿Qué te podría decir? — replica ella con una sonrisa de lado —. ¿Quieres ir al supermercado? La situación en la ciudad está rara y no quiero ir sola.

Solo dame una razónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora