#5: Estado de humor para Nueva York

223 28 15
                                    

Valeria.

Estoy empacando con un canción de reggaeton cristiano cuando recibo una llamada en mi teléfono, me fijo por el número y sonrió al ver la foto de Andrea.

—¿Hola?

—¡Valeria! ¡Val! ¡Valierita!— exclama ella en un tono que casi nunca usa.

Sólo cuando está... Oh.

—¿Quién es el afortunado?

—Se llama José, es muy guapo, muy inteligente, muy... Perfecto— suspira Andrea y escucho como se acuesta en su cama.

Me rio de su actitud mientras que por dentro estoy brincando feliz, ella está haciendo una vida, pronto no me necesitará.

—¿Eso es reggaeton cristiano?— me pregunta Andrea curiosa.

—Ya sabes, para perrear como Dios manda— bromeo y Andrea se ríe a carcajadas.

—Te extraño, Val— dice ella de repente haciendo que mi niña suicida interna se desanime mientras que la antigua yo muera de ternura.

—Yo también, Andrea. He tenido que salir con Lidia, la tengo que soportar bastante— me quejo recargando mi cabeza contra la pared.

—Es tu culpa por ser su mejor amiga por un año y medio—  me dice Andrea en tono socarrón.

—Sabes que fue para tener vigilada a Bianca, quería evitar lo que pasó — le digo sintiendo la punzada de culpabilidad en mi pecho.

—Basta, Valeria. Lo que pasó no fue tu culpa— me dice Andrea en tono regañón —. No puedes vivir echandote la culpan

—Lo sé, por eso me quiero suicidar... Por la culpa.—Ella suspira frustrada y podría apostar lo que quiera a que rueda los ojos mientras con una pluma apuñala algo.

Escucho el sonido del papel siendo maltratado, supongo que estaba haciendo tarea o algo así.

—Bueno, hablar de esto es inútil. No cambiarás de opinión — doce ella derrotada.

—Al fin estás entendiendo— le digo arrogante y ella bufa.

—Amarías a José, es una combinación tuya y de Bianca— dice ella y escucho que escribe algo en una hoja.

—¿Estas enamorada de mí y de Bianca? Lo hubieras dicho antes, podríamos haber hecho un trío y todos felices— bromeo y Andrea comienza a reír.

—Si serás idiota— me dice dejando de reír —. José me gusta por lo que no se parece a ustedes dos, sí esos comentarios sarcásticos y groseros que eran típicos de Bianca y la arrogancia combinada con poco fe en sí mismo que tú tienes lo encuentro, de una forma extraña encantadora. Pero sus ganas de vivir, su forma de ver el mundo, su perfecta forma de siempre saber que decir para mejorar tu ánimo...

—Bien, lo capté, estás enamorada.

—Yo creo que es muy pronto para llamarlo amor— dice ella y suspira dulce—. Pero creo que sí.

—Vaya, creí que ibas a la universidad a estudiar ciencias políticas, no a conseguir esposo— me burlo y ella bufa.

—Estoy concentrada en mi carrera y creo que él solo me ve como un chihuahua deprimido, pero me es imposible no sentir algo por él— me dice ella en tono enamorado.

Ruedo los ojos y sonrió. Me alegra que ella por lo menos hablé con el chico, sus ex-amores pasados se caracterizaban por ser personas que la confundían con una pared, o que le hablaban por mí.

Solo dame una razónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora