Primer día, primer desastre.

11 3 0
                                    

Como en todas la historias hay un principio y ese fue el lunes, mi primer día en el nuevo instituto.
Me levanté a la hora adecuada ni muy tarde ni muy pronto. Me acerque a mi armario y cogí mi ropa: pantalones negros pitillo, una sudadera roja la cual me quedaba algo grande y mis deportivas. Baje la escaleras y acaricie a mi perro y me dispuse a preparar el desayuno. Después de desayunar y me peine y lave los dientes, cogí la chaqueta, la mochila, el móvil y la llaves y salí de allí en silencio. Iba caminando tranquilamente escuchando música, tenía la suerte de que el instituto quedaba cerca de mi casa, pero esa tranquilidad acabaría pronto.
Cuando estaba entrando choque con lo que parecía la típica banda de malotes de instituto.
-¡Mira por donde vas niñata! Dijeron en un tono algo agresivo, pero era normal era su naturaleza al ser demonios, pero no sabías que mi humor podía ser peor que el de un demonio.
Recogí mi móvil el cual se había caído por el choque y lo guarde, subí la mirada y fruncí el ceño y les mire con mis intimidantes ojos verdes.
-No os han enseñado algo de respeto demonios estúpidos? Dije bastante molesta. Notaba como los demás alumnos ponían la mirada en nosotros.
-¿Qué has dicho niñata? Se me acercaron más, parecían muy molestos.
-E dicho que cierres la jodida boca subnormal. Le dije, sinceramente yo no soy de decir palabrotas a excepción cunado me enfado bastante.
-¡¿Qué?! Sorprendidos y más enfadados uno de ellos me agarró de la camiseta mientras cerraba con la intención de pegarme, se podían sentir todas las miradas de los demás alumnos.
Baje la mirada y sonreí sarcásticamente.
-Idiotas. Levanté la mirada y le propine un gran puñetazo a uno de ellos haciendo que acabase en el suelo. Todos me miraban sorprendidos a excepción de los amigos de el chico que había golpeado.
-¡Hija de p-! Los dos se acercaron para golpearme pero yo era más rápida y cuando se quisieron dar cuenta ya estaban en el suelo. Me giré y todos los demás alumnos me miraban sorprendidos.
-Esto no quedará así... Fueron las últimas palabras de uno de los chicos.Salí de allí tan rápido como pude.
Me senté en un banco, cuando sonó los altavoces anunciando algo:
- Señorita Alexa diríjase a dirección ahora.












CONTINUARÁ...

Tu sonríes, yo me enamoro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora