Imperfectos

7: Augustos Style. (La historia el padre de Rances y Anna)

Cuando era apenas solo un niño, cinco años de edad para ser exactos. Mi madre, falleció debido a un golpe que le dio mi padre en la cabeza. Es increíble e ilógico para muchos que una persona normal recuerde su pasado cuando apenas solo se es un niño. Resulta que solo los niños que crecen con infancias felices son los que llegan a grandes y no recuerdan absolutamente nada sobre lo que vivieron en su infancia. Algunos padres, que tenemos infancias difíciles, cuando nos hacemos mayores y tenemos a nuestros hijos lo primero que hacemos es esforzarnos para que esos niños crezcan con una niñez digna.

Yo, por mi parte, fui creciendo con odio y rencor hacia mi padre. Todavía recuerdo cuando llego borracho a casa y solo porque mi madre se negó a hacerle cena. El, la golpeo y violo todo justo ante mis ojos. Nunca olvidare el rostro de miedo y amor que tenía mi madre hacia mi padre. Él nunca se hizo cargo de mí, desde la muerte de mama, el jamás dirigió una sola palabra de afecto para mí. No niego que por lo menos se encargaba de mí en darme educación, comida, vestimenta y calzado. Claro que todo eso tenia un precio, y el precio era ser su esclavo en casa. Era hijo único, así que todo lo que el ensuciaba, yo tenía que limpiarlo, así no tuviera ganas de hacerlo. Me esforzaba todos los días por traer a casa las mejores notas escolares que podía, pero sin embargo el nunca valoro eso. Llegaba a casa borracho en ocasiones, más de una vez intento golpearme, pero no lo hacía porque el cargo de conciencia por haber asesinado a mi madre no lo dejaba en paz. Todos los días me culpaba a mí por haber nacido, decía que toda la culpa la tenía yo desde que mi madre decidió tenerme. Estuve con él hasta los quince años de edad.

Llego borracho un día a casa, eran las diez de la noche aproximadamente. Ese día me había dedicado a asear toda la casa, solo para que el no llegara echo un diablo a culparme por no haber limpiado. Le hice cena y se la deje sobre la meza.

Estaba dormido, escuche la puerta de la entrada abrirse, escuche su voz y la de otra persona, esa persona era otra mujer.

- No puedo creer que un hombre tan joven y guapo como tu haya quedado viudo tan pronto. – Dijo la mujer entre jadeos mientras mi padre la subía sobre la mesa y besaba su cuello. - ¿Tienes hijos? – Pregunto la mujer.

- ¿Crees que un hombre joven como yo los tenga?

- Quizá... Hazme tuya Williams.

Mi padre y esa mujer tuvieron sexo esa noche, yo aún seguía en mi cama acostado, observando la escena, quería levantarme y golpear a mi padre por manchar la memoria de mi madre de esa forma. No lo soporte más. Me levante de la cama, tome una maleta, la llene de ropa necesaria, tome un dinero que tenía ahorrado para mis estudios. Salí de mi habitación y enfrente por primera vez a mi padre.

- Eres un maldito hijo de puta- Dije furioso golpeando en la cabeza a mi padre. Él se separó de la chica, la cual estaba muy sorprendida.

- ¿Quién es él? – Dijo la puta que había traído mi padre a casa, tratando de cubrirse con el mantel del comedor.

- Soy su hijo y tú no eres más que una puta asquerosa – Dije sacando un arma que tenía guardada en la parte de tras de mi pantalón. Mi padre quien había caído al suelo por el golpe que le di se puso de pie. Inmediatamente apunte a la chica. – Si das un paso más, juro que la mato, padre- Decir esa palabra a este hombre simplemente me acusaban unas enormes ganas de vomitar.

- ¡Williams, haz algo!

- ¡CALLATE MALDITA! Una palabra más y te prometo que tu vida acaba hoy mismo – Dije traqueando la pistola – Señor Williams, así te llamare ya que me da asco llamarte padre. Me largo de esta casa. No voy a volver nunca más. – Apunte a mi padre con la pistola ya que él se estaba acercando a mí. – Dime algo, Williams ¿Crees que yo merezco la mierda de vida que me has dado? ¿Te crees muy hombre al manchar la memoria de mi madre con esta, con esta maldita ramera?