Ana II: 12

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Corrimos hacia las habitaciones de los chicos.  Al llegar Alex estaba tirado en el suelo mal herido.  Tenía una cicatriz profunda en el hombro derecho. Al vernos intento ponerse de pie, pero el dolor era tan fuerte que se apoyó de la pared y se sentó.

- ¿Que te paso?- Dije colocándome a su lado, Eliot se quitó la camisa y se la colocó a Alex en el hombro para tratar de detener la sangre mientras íbamos por ayuda. Alex no dijo nada, solo levanto la mano izquierda a duras penas, me entregó una carta, la cual tenía el mismo símbolo de la pistola con la que Úrsula había asesinado a su amiga la otra vez.

-Ana, por favor, haz que pare- Dijo Alex apretando fuertemente mi mano.

- Alex... ¿Qué te pasó?- Le insistí.
-Dos chicos encapuchados estaban dentro de mi habitación- Hizo una pausa, respiró profundo - No se que buscaban, solo me golpearon, trate de defenderme, pero uno de ellos sacó un cuchillo y me hizo esta herida en el brazo. Me desmaye solo por unos segundos, cuando desperte tenia esta carta en la mano...

Tome la carta, observe detalladamente el símbolo, tenía una rosa negra con dos espadas cruzadas.  Mire a Eliot directo a los ojos. El me quito la carta de la mano, la abrió y dentro tenia un mensaje que decía:
"HE VUELTO, PERRA"
-¿Que? ¿Qué significa esto?- Dije totalmente impactada, asustada.
-No lo se Ana.  Solo tenemos que cuidarnos bien las espaldas-Dijo Eliot- Vamos Alex, trata de ponerte de pie, hay que llevarte a la enfermería.
-No puedo, me duele.
-Vamos... - Insistió Eliot.  Alex hizo un poco de esfuerzo y se puso de pie. Caminamos hasta la enfermería con Alex apoyado sobre el hombro de Eliot.

- ¡Pero válgame Dios! ¿Que..que le paso? - Dijo Margaret sorprendida al vernos. Úrsula estaba sentada en una silla frente al escritorio de Margaret.  Nuestras miradas se cruzaron, ella me fulmino con la mirada, haciendo un gesto de no tener idea de lo que había pasado.  Solo por esta vez, le crei, pero de todos modos, no confio en esta loca.

Lo siguiente que pudimos escuchar en la sala de espera de la enfermería eran los gritos de Alex mientras le estaban cerrando la herida. Recosté mi cabeza sobre el hombro de Eliot.

- ¿Estas bien?- Dijo el.
- Tengo miedo, se que esto es obra de Ursula.
-Descuida,todo estará bien.

Salió la enfermera- Su amigo ya esta en buen estado, pueden entrar a verlo. - Dijo ella.
Yo no tenía muchas ganas de ver a Alex, solo, me acerque a la camilla donde estaba, bese su frente y me retiré a mi habitación.
Pero la gran sorpresa que me encontré al llegar no fue normal.
Úrsula estaba parada frente a mi cama, tenía uno de mis álbumes de fotos  en las manos. Se giró, y me vio con esa mirada de loco. Un escalofrío corrió por mi espina dorsal.
- ¿Que haces aqui? 
- Pero, mira nada mas que hermosura de hermano  tienes.
- Ursula, sal de este momento de mi habitación.
-Muy, muy lindo- Dijo ella acercándose a mí.  Saco la ultima carta que me había enviado mi madre, la leyó en voz alta, y cuando terminó de leer las dos últimas líneas las repitió con un todo de cinismo y maldad. - En tres días, viene el Bastardo. -Dijo ella con un tono de asco y ira en su voz.  ¿Por que había llamado a mi hermano bastardo? Ella tiró mi album de fotos al suelo, hecha fiera se abalanzó sobre mí y me pego contra la pared. -Lo que le sucedió a tu amiguito, solo fue un preámbulo de lo que te pasara si abres tu boquita.  ¿Entiendes? - Se apartó de mi, con su mirada fija llena de ira en sus ojos. Se retiró de mi habitación, y al cerrar la puerta dijo: - Seria una pena que algo le pasara a ese bomboncito.

-¿Que acabas de decir perra? -Corrí a la puerta, pero había sido tarde, Úrsula se había esfumado.
Mañana, viene Rances a Londres, no permitiré que la hagas daño Ursula.

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