4: Anna

64 4 2
                                    

Tengo un mes en este maldito internado y ya siento que he pasado una eternidad.Me voy a volver loca.Quiero irme de este lugar, la comida es mala, las monjas solo me reclaman y me riñen, me mandan a hacer trabajos sucios que yo nunca antes había hecho en mi vida.Me exigen comportarme con buenos modales y la peor, te prohibido decir groserías. Que mierdaaa... Hecho tanto de menos mi casa, mi habitación, mi cama, Dios mi cama, la extraño demasiado.La ultima vez que casi, me pasa algo súper malo por culpa de ellas.Fue la semana pasada. Me habían mandado a limpiar los baños de los chicos, estaba aterrada, se suponía que ninguna chica podía entrar a ese lado del instituto, ya que solo era para los varones.
Entre a uno de los baños, tenia un agua y jabón y uno de esos cepillos que usan las personas para limpiar los inodoros. Entre al primer cubículo, por mi suerte solo había orina.Hasta que entre a los demás y estaban peor, cada cubículo que iba limpiando imagina algo que fuera agradable para mí. Evitaba en mal olor y algunas veces cerraba los ojos para no ver las asquerosidades que dejaban los chicos en los retretes.
Justo cuando ya había terminado de limpiar el ultimo cubículo, entraron dos chicos al baño, eran altos, guapos y podría decirse que sexys y quizá cuatro anos mayores que yo.

- Pero miren no más lo que el viento nos trajo - Dijo uno de los chicos
- Dios nos ah bendecido con un rico caramelito.
Los mire nerviosa. La imagen que tenían esos dos chicos no era buena, sentí como el sudor de mi cuerpo empezaba a brotar cuando uno de ellos se me acerco.
- Jack, ¿Recuerdas lo que le sucedió a aquella chica que invadió nuestro territorio?
- ¡Como olvidarlo! ¡la chica no hacia más que gritar de placer!...
- ¡Aléjense de mí! - No podía creer que estaba usando un cepillo de lavar retretes como arma de defensa. - ¡Aléjense de mí! o gritare tan fuerte que las monjas vendrán y....
- ¿Y que? - Interrumpió Jack acercándose más a mí.Paso su mano por mí cabello - ¡Eres tan hermosa! - Estaba a punto de besarme el cuello cuando le di un golpe con el cepillo en sus bolas. Bueno al menos si me sirvió como arma, intente salir corriendo del baño pero el otro chico había bloqueado la puerta de entrada, me tomo por la fuerza e intento besarme. Yo forcejee con él.Me pego contra la pared, paso su mano por debajo de mi falda.
- ¡Por favor dejame en paz! No soy ese tipo de chica que quieren ¡Aléjense de mí! - Dijo el otro chico acercándose a mí como fiera. Ambos me tiraron al suelo, uno intento quitarme el blumer; pero yo le di una patada en la nariz. Intente levantarme el piso.El otro chico me agarro de la pierna, quedando acostada boca abajo. Estaba indefensa, asustada.Empece a gritar - ¡Auxilio por favor, Ayúdenme...! - Mis lagrimas de pronto empezaron a salir.Jack aparto al otro chico de encima de mí. Por suerte no me había hecho nada.
- Haber querida, quedate tranquila, esto solo te dolerá el principio, luego sentirás un placer inmenso - El otro chico me tenia sujeta de los brazos, el otro estaba sobre mí, forcejeaba para impedir que aquel idiota hiciera su acto.Grite con más fuerza, con toda la que pude.
- ¡Tienes un bracero precioso mamacita! - Dijo Jack tocando mis nalgas - ¡Solo imagina lo que podría hacerle a ese culito tan rico!
- Dejame por favor, no me hagas daño, te lo suplico...¡AUXILIOOOOO! ¡Que alguien me ayude! por favoooor - Grite lo más fuerte que pude.
-Shhh querida, aún no te eh echo nada, solo relajate - Justo cuando iba a empezar su acción, llego otro chico, no pude ver quien era, pero inmediatamente golpeo a Jack, el otro chico se abalanzo sobre este, pero este otro chico fue más audaz, le dio un golpe en el pecho, el cual, hizo que lo dejara noqueado tirado en el piso, Jack apenas se estaba recuperando del golpe que le habían dado, el chico extendió su mano para ayudarme a levantar.Jack intento golpearlo, pero este le dio un golpe que también lo dejo noqueado.
- ¿Estas bien?- El chico me examino de pies a cabeza. Yo estaba echa un mar de lagrimas. Tenia muchísimo y no podía controlar mis emociones en ese momento.
- Esos idiotas intentaron abusar de mí - Abrace a aquel chico.Me dio algo de vergüenza por que no sabia quien era, lo que importa ahora es que vino a mi ayuda.
- Lo sé, estaba dirigiéndome a mí salón cuando escuche tus gritos ¿Estas bien? ¿Segura que no te hicieron nada? - Volvió a examinarme para asegurarse de que estaba bien. Yo negué con la cabeza.- Espera un segundo...¿Tu no eres la hermana del príncipe Rances?- Lo mire asombrada, pero estaba tan asustada que no podía ni hablar, solo asentí con la cabeza.- Tu hermano y yo eramos buenos amigos cuando él estuvo aquí, escuche que iban a traer a alguien de tu país, pero jamas pensé que ibas a ser tú.Ven tenemos que ir a donde la monja superior Margareth ella tiene que saber lo que esos dos intentaron hacerte, por cierto me llamo Eliot.
- Anna - Respondí, aun con el aire entre cortado, corrimos por varios pasillos, giramos de izquierda a derecha, hasta que por fin llegamos hasta la oficina de la madre superior Margareth, Eliot abrió la puerta sin tocar, la hermana Margareth al vernos se puso de pie de inmediato.
- ¿Pero que le ha pasado a esta niña?- Dijo asombrada, preocupada y quizá algo aberrada. Eliot le contó toda la historia y de como me había rescatado, la madre Margareth solo se llevo las manos a la boca horrorizada, pero pronto pude notar que su expresión cambio, se torno seria y algo molesta Eres un buen chico Eliot...¿Aun esos pervertidos están en el baño?
- Si los deje encerrados, después que salí - Se aproximo a decir Eliot.

Yo aún seguía llorando, estaba apenada, por todo lo que había sucedido, casi pierdo mi virginidad con dos idiotas que solo querían abusar de mí, odio estar en este internado y odio a mi madre por haberme enviado a la fuerza aquí.
- Tranquila mi niña, haremos que esos dos paguen por lo que te hicieron, me podrías decir tu nombre.-Dijo Margareth con un tono dulce.
Me limpie las lagrimas de los ojos, suspire profundo - Me llamo Anna Style- La madre Margaret puso los ojos como platos.
- ¿Tu no eres la hermana de Rances? - Dijo la madre Margaret.
- Si lo soy - La madre Margaret apretó los labios, por su expresión estaba muy enojada.
- Eliot, llevame a ese baño, quiero darles a esos idiotas una lección que jamas olvidaran personalmente.Anna querida anda con Ligia - Indico Margareth - Anda con ella a enfermería y esperanos allí. Esto se pondrá feo - Seguí a la monja,Ligia hasta la enfermería, me acostaron en una camilla y llamaron a la doctora.Me examino, y gracias a Dios estaba intacta.Sentí un gran alivio.Me dieron unos calmantes para el dolor de cabeza y dejaron que descansara un poco.
Cuando desperté estaba una enfermera a mí lado - Querida, ya puedes estar tranquila. A esos dos chicos se los llevaron presos esta misma tarde - De nuevo sentí un gran alivio - Y creo que ay alguien que conoces que vino a verte - Eche la vista a la entrada de la enfermería, estaba entrando Lucia.En seguida me baje de la cama, la abrace, le conté todo lo que me había pasado estos últimos días.
- ¡Ay Anna querida! ¡Me alegro mucho que estés bien y que esos desgraciados no te hicieron nada malo! - sonreí y me encogí de hombros - Oye te tengo un regalo.
- ¿Un regalo? - Arquee las cejas, ella sonrió tímidamente, saco una carta y me entrego en mis manos, era de mi hermano, Dios lo echaba tanto de menos.
- Leela solo cuando estés en tu habitación ¿Esta bien? Él leyó tu carta y se conmovió mucho. Tus padres ya están al tanto de todo lo que te paso. Rances aún no sabe nada - Dijo Lucia disgustada - Enseguida la tome de las manos.
- Por favor Lucia, te lo ruego, no quiero que mi hermano se entere de todo esto, seria muy duro para el - Dije con voz entre cortada. Ella inclino la cabeza hacia abajo.
- No te prometo nada, pero haré el intento - Dijo lucia con una sonrisa la cual me hizo sentir algo de calma por unos segundos.

En ese momento, entro Eliot a el cubículo donde me tenían en la enfermería.
- Oh... Lo siento, pensé que estabas sola, si quieres vuelvo en otro rato y charlamos
- No esta bien, quedate...Te quiero presentar a mi doncella y mi gran amiga Lucia - Eliot y lucia se estrecharon las manos - Lucia él fue el chico que, literalmente, me salvo la vida - Eliot se sonrojo.
- Bueno es un placer en haberte conocido Eliot, pero ya me tengo que retirar, tu madre se pondrá furiosa si llego tarde al palacio esta tarde.
- Gracias por haber venido Lucia. Por favor, dile a Rances que le echo mucho de menos y que lo amo con toda mi alma - Ella asintió con la cabeza. Me hizo una de sus típicas reverencias, pero yo me adelante y la abrace.Me sonrió se dio la vuelta y se marcho.
Eliot y yo nos quedamos solos en el cubículo, por un momento hubo un aire incomodo entre los dos, pero el silencio lo rompió una de las enfermeras.
- Princesa...- Se corrijo la enfermera - Lo siento señorita Anna. La madre Margareth dice que ya se puede ir a su habitación. Caballero ¿Seria tan amable en acompañar a la señorita Style? - Eliot, se sonrojo de nuevo.No me había fijado, pero tenia unos hermosos ojos color miel, que hacia juego con su piel y su cabello. Era muy lindo, nos miramos por un momento, él sonrió y acepto.
Caminamos por los enormes pasillos del instituto.Había grandes salones, retratos de personajes importantes de los fundadores y alguna que otra escultura basada en el cristianismo.La que más me llamo la atención fue la de un Jesús Cristo que tenían colgado en el techo de la entrada principal del instituto.Era enorme y para como estaba echo, era muy realista.
- Ese Cristo fue traído al instituto a mediados del 1742, unos anos después que el instituto fuera construido.Lo sé es algo encarado, para un colegio católico, pero no podemos negar que esta muy bonita la escultura - Volví a echarle un ojo, y, si. Eliot tenia razón era hermosa.- ¿Así que eres hermana de Rances?- Pregunto nuevamente Eliot, yo asentí.
- ¿Me habías dicho que tú y mi hermano compartieron muchos momentos juntos cuando él estaba aquí? ¿Cierto? - Él asintió.
- Si nos conocimos en la clase química, yo no tenia compañero así que el se ofreció a serlo, surgió un lazo amistoso, eramos los mejores amigos.
-Hahaha, si el me había mencionado que tenia un amigo con el que siempre se metía en problemas - se encogió de hombros apenado y sonrió.
- ¿Ves esa estatua que esta allá? - Señalo a una estatua que estaba en frente del barandal de la escalera principal - Esa estatua una vez la rociamos con pintura. Paso una semana así, nadie supo nada, hasta que un chico que nos odiaba nos delato, pero fue divertido después de todo.
- Si ya lo imagino.Oye de aquí sigo yo, recuerda que los chicos no pueden entrar a esta área - Dijo Eliot. Llegamos al pasillo que dividía en área de los chicos de las chicas - Si ves ese pasillo que esta a la derecha, por ahí esta mi dormitorio, si algún día te dan permiso de cruzar, espero que me vallas a visitar, estoy en la habitación ocho.
- Claro con gusto - Le estreche la mano, nos despedimos, el siguió por su camino y yo por el mio.

Me dirigí a mí habitación.No sé por que de pronto tenia esa sensación de querer ver de nuevo a Eliot, quizá es por que estoy muy agradecida por haberme salvado de esos dos rufianes.Me alegro de que los hayan encarcelado.Mi miedo ahorita es que estarán haciendo mis madres y mi hermano en este momento.Sé que Lucia no le dirá nada a Rances, pero estoy segura de que se enterara por mi padre, por mi madre o cualquier empleado del castillo.La verdad me da igual que el se entere, pero me da miedo solo pensar que él conozca a esos dos delincuentes, se entere y cometa una estupidez que no solo pueda manchar su imagen, sino, también su moral y su conciencia.De mis padres si puedo esperar lo que sea, pero de Rances no, el ah sido mi hermano y mi mejor amigo, sabe todos mis secretos y es el único que siempre ah estado para mí en todo momento, mis padres siempre están ocupados con asuntos del reino, mientras que mi hermano no, siempre buscaba una excusa para jugar conmigo.
Entre a mí habitación, cerré la puerta, me senté en el piso, me lleve la carta de mi hermano al pecho, estaba nerviosa, por leerla, así que la abrí.

"Querida Anna, en estos últimos días no ha sido fácil para mí acostumbrarme a la idea que te hayan llevado a la fuerza a ese internado.Las cosas en casa son aburridas sin ti aquí.Ya no hay risas, ni música, ni diversión;extraño tus bromas pesadas.Me han dicho que te esta yendo muy bien, tus calificaciones son excelentes, tu comportamiento es impecable. Espero que sigas así, quizás las monjas te deje salir pronto.Por favor no vallas a meter la pata Anna Elisabeth Style, por favor, los castigos de las perfectas son algo duros. Te quiero." Att: Rances.

Apenas termine de leer la carta, me tire a mí pequeña cama, con los ojos llenos de lagrimas. Que dirá mi hermano cuando se entere que le eh mentido? le puedo mentir a muchas personas sobre como me siento o para salir del paso en un momento incomodo, pero jamas podría mentirle a él.Me siento tan mal, ojala pudiera estar allá, con mi hermano y con papa, se me parte el corazón pensar en mi hermano triste, haciendo deberes reales solo para distraerse, encontrándose con mama todos los días y tener que fingir su molestia. ¿Como estará papa? de el si no eh sabido nada, le echo tanto de menos.
Estaba acostada, viendo al techo con la carta pegada en mi pecho, no podía contener mis lagrimas, no podía contener esto que siento ahora, ¿Por que a las personas buenas les pasan cosas malas? ¿Por que a los malos les pasan cosas buenas? ¿Por que los malos suben al cielo y los buenos no? ¡Dios mio si esto es una prueba tuya para ser mejor persona, espero que termine pronto! Por que estar en este internado encerrada y prácticamente sin conocer a nadie es horrible, bueno, casi, Eliot se porto muy bien el día de hoy conmigo, es curioso, pero ahora que estoy pensando en el me da un cosquilleo raro en la barriga, siento como mis mejillas se calientan, de seguro debo estar sonrojada.Bueno no sé lo que sea este sentimiento, lo cierto es, que tengo que hacer lo que sea para salir de este lugar, enfrentarme a mi madre, y lo más importante, ver a los dos únicos hombres que amare para toda mi vida.De pronto algo interrumpió mis pensamientos, tocaron la puerta.
- Adelante, está abierta - Se abrió la puerta y era Eliot.  

ImperfectosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora