Traslado

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Después de todo lo que habíamos construido, después de todo lo que habíamos hecho por este refugio... Ahora solo era otro recuerdo más.

Habíamos convertido un antiguo internado en un hogar. Sé que no es el mejor refugio y aunque esté alejado de la ciudad no es muy seguro, pero me entristece saber que nunca volveré.

Fui a mi habitación a recoger algunas cosas y empacarlas en una mochila de viaje. Metí algunas prendas de vestir, víveres, fotos y algunos objetos de valor sentimental. Abrí el cajón de mi mesilla y saqué de él un medallón dorado con la foto de mis padres en su interior, lo apreté fuerte contra mi pecho. Me dio fuerzas "no me rendiré" susurré.

Estaba a punto de salir de la habitación cuando alguien llamó a la puerta.

-¿Sí?- Pregunté

-Soy yo, Blue- Dijo serio.

-Adelante-

-Estas tardando mucho, ¿sabes?- Se quejó.

-¿Qué te importa lo que tarde?- Fruncí el ceño y le miré a los ojos.

-No me mires de esa forma- Se sonrojó por un momento pero volvió a enfadarse -¡Como sea! ¡Date prisa!- Salió de la habitación dando un portazo.

¿Qué le habrá dado ahora? Abrí la puerta y salí fuera. No podía dejar de pensar en Blue. No sabía para qué diablos fue hasta mi habitación, solo para quejarse de que tardaba.

Nos reunimos a la salida del refugio, había un pequeño aparcamiento en el que había furgonetas, un auto caravana y varios coches, todos blindados.

Blue, Caminante, Bestia, Flechas, Guardiana y yo íbamos a ir en el auto caravana de Guardiana.

Caminante era un buen tipo, fue, junto a Blue y Guardiana uno de los que me ayudaron a empezar a hablar. Fue muy duro y él no perdía la paciencia a diferencia de Blue que se frustraba y dejaba todo a medias. Caminante era el más fuerte de todos, por eso se sorprendió Blue cuando le tumbé de un golpe. Era mi amigo pero a la vez mi rival, a menudo estábamos en desacuerdo.

El auto caravana era de color negro y gris. Se entraba por la parte del conductor. Por dentro había dos asientos en la parte del conductor. También había dos sofás morado oscuros, uno enfrente del otro y una mesilla de madera entre los dos. El suelo era negro al igual que las paredes y el techo. Las luces provenían de unas bombillas incrustadas en el techo. Al fondo había un baño pequeño. Arriba de los sofás, en el techo, había unos armarios donde guardamos nuestras cosas.

Ya llevábamos dos horas de viaje. Me senté junto a Blue, era el único asiento libre que había, ya que había tardado en llegar.

En el sofá derecho se sentaron: Flechas y Bestia. Y en el otro sofá: Blue y yo. Al final Caminante se fue en otro coche.

Íbamos los penúltimos, seguidos del autobús blindado con 50 de los mejores cazadores.

Si mal no recuerdo nos dirigíamos al refugio 6, tardaríamos muchas horas en llegar.

Tardé en darme cuenta de que Blue llevaba dormido sobre mi hombro media hora. Bestia se estaba aguantando la risa. Le eché una mirada asesina. Un bache hizo que Blue despertara, una pena, dormido estaba más tranquilo.

Blue se llamaba así por el color de sus ojos, tenía unos ojos enormes y azules preciosos, algo que envidiaba, era pelirrojo y tenía unas pocas pecas en la cara. Yo en cambio tenía ojos oscuros, pelo oscuro y la piel muy blanca.

Miré por la ventana. El paisaje era tétrico y oscuro, estábamos cerca de una vía férrea con unos cuantos vagones aparcados y oxidados llenos de pintadas.

Escapa de la realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora