9_all i wanted

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No podía creerlo. Necesitaba irse de ahí  cuanto antes,necesitaba recolectar algunas cosas antes, emprendió su camino a su casa sin detenerse a pensar en todo su adolorido cuerpo.Cada paso con el cual se aproximaba sentía navajas invisibles clavándose en sus pies,el calzado no era adecuado y la forma desesperada de correr a pesar de quedarse sin aire tampoco

Al llegar se detuvo justo enfrente de su puerta, tenia la llave en la mano y estaba a punto de introducirla,freno en seco, un pensamiento fugaz la rodeo -si voy a entrar a esta casa por ultima vez, no voy a pretender como si fuera mi hogar, jamás lo fue-rodeo la casa hacia la izquierda, agradeciendo el negligente estado y la construcción comenzando a deshacerse, solo tenia que llegar al segundo piso como tantas veces hizo antes. Uso algunos ladrillos desaliñados fuera de la estructura para ayudarse, el borde de su ventana y estaría dentro y fuera lo mas rápido posible. Se sujeto con ambas manos y se impulso hacia arriba logrando llegar.

Todavia no sucedio, pero ya le parecía un lugar desconocido, no reconocía sus cortinas naranjas, siquiera los libros acumulados en cada esquina de la habitación

-adiós cuarto verde y mohoso-dijo levemente para si misma,inspeccionándolo.

No deseaba llevarse nada de ese lugar. Una parte recóndita suya deseaba darle una despedida apropiada,tomo  su mochila, arrojando todo al piso, sin consideración alguna.

Guardo las botellas de su repisa, al menos cinco, el cuaderno donde prometió escribir, dos cambios de ropa en donde escondió la mayoría del dinero, ya conseguiría el resto afuera.

Reviso los bolsillos;encendedor,papel higiénico,abre latas seguían ahí, tenia todo guardado en caso de tener que escapar o irse antes. Su día había llegado, guardar todo fue un proceso rápido. El resto de dinero que tenia en su armario se lo escondió entre los bolsillos, ropa interior, no les dejaría ni un centavo a sus padres para que encontraran.

Volvió a colgarse la mochila, bajar fue mas fácil que subir. A mitad de camino, salto cayendo sigilosamente en el césped, al estar de cuclillas perdió el equilibrio. Levantándose de un salto dio por olvidado el asunto. Comenzó a trotar pero al salir a la calle sintió tanto odio, tanta furia interna, los años acumulados de reprimenda salieron, sacó una botella y la arrojo contra un árbol enfrente suyo. Un enorme vacío enfrente suyo amenazaba con hacerla estallar, el mismo que al mirar por la ventana de pequeña le causaba escalofríos y terror, hoy se encontraba agradecida de que estuviera allí. Escucho la forma en que se estrellaba haciéndose añicos, sintió una enorme satisfacción ,estaba exaltada y llena de adrenalina, sentía poder hacer cualquier cosa. Agarró otra tirándola incluso mas fuerte a la anterior. Vio la luz continua de su vecino prenderse. Era hora de correr, su hora favorita, corrió como si su vida dependiera de ello, no tenia ningún lugar a donde ir por ende ,cualquier lugar era una posibilidad, no tenia nada y no le importaba.

Construiría ella misma su vida, mejor de la que venia haciendo hasta ahora.

Corrió en dirección al aeropuerto y cuando se sentía a desfallecer, corría mas rápido.

Al llegar noto la poca gente, no muchos viajan a las cinco de la mañana.

-un pasaje al próximo vuelo-solo se acerco a la mujer encargada, normalmente era mas Cortes

-¿con que destino?-pregunto la mujer obviando el hecho de que no saludo

-No importa, el vuelo que salga mas pronto-

Alaia le tendió el dinero que saco de su sostén, en ese momento, la mujer lo noto poniendo un gesto de asco que tuvo que cambiar rápidamente.

Luego de todo lo requerido Alaia paso a esperar para la embarcaciones ahorro media hora de fila ya que no tenia valija alguna, le dejaron pasar la mochila como empaque de mano. Mientras esperaba sentada fantaseaba sobre sus botella pasando desapercibidas. Se pregunto si no lo habrían visto por la ropa y el resto de cosas o si simplemente la habrían dejado pasar.

New York nos esperaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora