Detroit siempre fue mi hogar; es la ciudad que me vio dar mis primeros pasos, y siempre le tendré un gran cariño. He intentado con todas mis fuerzas acoplarme a Portland, todavía no me he rendido, más sin embargo una parte de mí quiere regresar a mi antiguo hogar.
Camino a Detroit, Andrew sólo pronuncia unas cuantas palabras, lo único que logra decirme antes de caer en profundo sueño es que está emocionado de poder ver a su novia Annelisse, pero que está nervioso por la final de fútbol.
Hoy es sábado, ya pronto será lunes y no puedo creer que iré a una escuela nueva considerando que este es mi último año de preparatoria, ahora cada vez que pienso en ello me siento más nerviosa porque al menos antes tenía un plan y ahora no sé qué me espere. No puedo creer que el verano terminara tan rápido.
Al fin llegamos, el camino se me hizo eterno, y aunque sólo fueron 3 horas de viaje yo sentí que fueron más.
Ahora no sé que me espera, la última vez que hablé con Melissa no parecía estar interesada en que me iba de la ciudad, y en cuanto a Ali, cuando nos despedimos parecía estar realmente molesta.
Al llegar al colegio me siento nostálgica, es complicado aceptar que no volveré a estar dentro de estos pasillos y los recuerdos vienen a mi memoria: aquella vez que el director nos regañó a todos por utilizar nuestro celular; cuando la señorita Ericksen (mi maestra de literatura) salió desesperadamente del salón de clases al sonar la campana y se resbaló con una cáscara de plátano. Vaya recuerdos, por desgracia ahora sólo vivirán en mi memoria.
Andrew entra a los vestidores y yo acompaño a mis padres a las gradas. Cuando nos logramos acomodar, mi padre regresa al auto por su celular, y entonces mi madre se dirige a mí y me dice:
-Kathy, te he visto un poco deprimida, supongo que es por todo esto de la mudanza y al estar aquí muchos recuerdos pasan por tu memoria, ¿estoy en lo correcto?
Pienso un momento en la respuesta que le daré, y después le contesto:
-Sí madre, así es, es complicado para mí empezar de nuevo, es nostálgico el hecho de estar aquí, y el saber que nunca podré volver a ser estudiante aquí.
-Oh hija, sé que es difícil, pero tú eres una excelente alumna y sé que te encantará la escuela en Portland, tal vez los nuevos comienzos no siempre son fáciles, pero siempre tienen beneficios, sólo sé tú misma y verás que todo va a estar perfecto. -Me lanza una sonrisa consoladora.
-Lo sé mami, y te prometo que así será. -Le devuelvo la sonrisa, aunque en realidad no estoy tan segura de que lo lograré.
Mi padre regresa y un momento después comienza el partido. Nunca me ha gustado en realidad el football americano, tengo que aceptar que no es de mis deportes favoritos, pero me encanta ver a Andrew haciendo lo que le gusta.
El equipo de Andrew gana el partido y todos sus amigos celebran la última anotación que fue de mi hermano, después lo felicito y salimos del colegio.
Fuimos al hotel a dejar nuestro equipaje, cuando de pronto Ali me llama, me invita a cenar y fui con ella, cosa sorprendente porque creí que realmente estaba enojada.
Casualmente fuimos a mi restaurante favorito y ahí Ali me dice:
-¿Qué hay de nuevo? No me has llamado desde que te fuiste y pensé que también querías olvidarte de mí y por supuesto que no lo permitiré.
Me causa gracia su comentario y le contesto:
-¿Cómo podría olvidarme de la inigualable y única Alisha Thorne?-Lo dije en tono de burla.
-Pues claro que no te podrías olvidar de mí, pero que ha pasado, ¿ya conociste a algún chico?
A Ali lo único siempre le interesaba eran los chicos, siempre que salía de viaje me hacía la misma pregunta, ella era la típica amiga que siempre se fijaba en la población masculina de un lugar; recuerdo la vez que nuestro amigo Dan nos invitó a cenar con 3 de sus primos, y al final de la cena lo único que Ali me dijo fue:
-Su primo Tom es agradable pero no está muy guapo que digamos, por favor es alto pero no tiene músculos, ¡qué horror!.
Sus 3 primos me encantaron, eran muy agradables y compartíamos muchos gustos, así que nos hicimos buenos amigos, pero al parecer a Ali no le gustaron mucho.
Le contesto:
-Que va, acabo de llegar a Portland apenas hace tres semanas, pero claro que no conozco a nadie, rara vez he salido de mi casa, pero el lunes iré a mi nuevo colegio, tal vez conozca a más chicos ahí.
-Pero claro, y si conoces a alguno tienes que contarme todos los detalles: cómo lo conociste, si es guapo, qué edad tiene, etcétera, ya sabes el protocolo.
Después de la cena regreso al hotel, eran las 11 pm y ya todos estaban dormidos, supongo que el viaje fue agotador y para Andrew el juego también; me cambio la pijama, me lavo los dientes y me voy a dormir, yo también estaba agotada.
Tuve un sueño muy extraño: era lunes y entraba a la escuela y cuando me preguntaban mi lugar de procedencia me echaba a llorar y todos se reían de mí, no debí cenar tanto.
Al despertar, no veo a nadie en la habitación así que reviso la hora en mi celular: 12:07 pm, era demasiado tarde, pero ¿por qué no me despertaron?. Mi madre me llama y me dice que me arregle y arregle las maletas y que los alcance en el Lobby.
Cuando bajo al Lobby ellos ya están subiendo las maletas al coche para irnos de regreso a Portland, así que saco de mi bolsa un empaque de galletas que por suerte había comprado la noche anterior, ya que no había desayunado y de verdad moría de hambre, no iba a poder aguantar hasta llegar a casa.
Llegando a Portland, reviso si todo está en orden para el colegio: mis libretas y libros, los empaco en mi mochila y me voy a dormir. No puedo creer que mañana sea el día.
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El Arte del Verdadero Amor
RomantizmKatherine se verá obligada a empezar de nuevo su vida en una ciudad completamente extraña para ella: Portland. Ella no sabe lo que le espera allá ni los obstáculos que se encontrará para lograr lo que desea. Y en medio del camino le llega algo inesp...