Isak Valtersen
Siento el cuerpo pesado; ajeno a cualquier movimiento que mi mente le ordena. Intento removerme, más no logro hacerlo en los siguientes minutos. Mis ojos se abren de repente con brusquedad, todo a mi alrededor es oscuridad. Llevo mi mano a mi cabeza en un movimiento involuntario; siento el dolor que radica con esmero en la nuca.
¿Dónde estoy?
Abro la boca; soltando jadeos ante el dolor que poco a poco se vuelve insoportable, sin embargo me mantengo firme ante el momento. Noto la superficie blanda en la que me encontré, poniéndome de pie vagamente me encuentro a mi mismo caminando torpemente hasta dar con algo más que no sea la cama que se encuentra a mis espaldas, la cuál no había sido difícil identificar.
Extendiendo los brazos doy pasos torpes, arrastro los pies sostenidos a la madera, sintiéndo como mis dedos se doblan y crujen al momento de impactar con la pared. Busco algún interruptor, tanteando con los dedos temblorosos y cuando la luz finalmente se hace presente en el lugar noto que estoy en mi habitación.
De mis labios que entreabiertos habían quedado suelto un suspiro y me resigno a apoyarme en la pared.
De repente me giro al sentir la presencia de alguien más allí. Me quedó inmóvil, impávido, con los ojos recorriendo la figura imponente que siempre ha tenido. Me refriego las manos en los pantalones, en un movimiento nervioso que se apodera de mí.
—¿Que haces aquí? — balbuceo.
Durante los siguientes minutos, en los que clava sus ojos negros en mi figura temblorosa, puedo sentir los acelerados latidos que lograrían confundirse fácilmente con un zumbido. Alcanzo a notar como su mirada se clava en mi cuello, donde hacía unas horas él había tenido la osadía de posar sus manos en el; privándome del oxígeno que me había hecho perder la consciencia y caer en penumbras.
—Te hubiera dejado en el bosque —masculla con recelo
Puedo percibir el odio que sus palabras cargan consigo, llenándome el pecho de una sensación incomoda que no logro apartar, y una oleada de alivio me golpea de repente al ver que ha apartado la vista de mí, sin embargo me mantengo alejado, manteniendo una distancia dónde él no pueda tocarme.
— ¿Y por que no lo haz hecho?—cuestiono intentando parecer indiferente ante él
De sus labios un susurro sale y levanta las comisuras en lo que parece una sonrisa amarga que me la dedica con recelo. Puedo notar su figura tensa, y el miedo que me hace tenerle me lleva a agachar la cabeza en un acto de cobardía que al parecer a él le satisface.
—Hubiera querido hacerlo pero Brianne y Aaron me dejaron a cargo tuyo —escupe con desagrado —, y no quiero tener problemas con ellos por un imbécil como tú.
Su rostro se contrae en una mueca de disgusto al volver a posar sus orbes en mí.
Siento de nuevo la impotencia que me llena el pecho, en un segundo en lo que tarda en escupir aquellas palabras con rencor sin querer ser suave ante el daño que puede causar en mí. No obstante me mantengo firme ocultando las ganas de llorar que pican en mis ojos.
La presencia de Wade en la habitación solo logra incomodarme aún más y por un momento me hace olvidar el dolor punzante en la nuca que había estado presente desde que había abierto los ojos.
—¿Por qué me odias?
Siento las palabras atorarse en mi garganta; sofocándome, ahogándome. Los labios se me aprietan y clavo los dientes con fuerza en la lengua para no soltar ni una sola palabra más.
Lo observo ponerse de pie, sus ojos demuestran odio y puedo percibir algo de melancolía y tristeza en ellos. Se acerca a mí en un segundo, enrredando su mano izquierda en mi cabello y halándolo hacia atrás. Siento el dolor intensificarse, desde mi nuca descendiendo hasta mi espalda.
—¡Porque sé que tú harás que él cometa una locura! — exclama con los ojos llorosos — ¡Aléjate de él Isak! ¡Entiende que no te quiero ver cerca de él! ¡No quiero que termine igual que Tobías!
Aquellos segundos en los que él grita con desesperación, siento los pensamientos lejanos a mis sentidos. La confusión me inunda y sigo sin comprender.
De repente me suelta, dejando una sensación de ardor y entumecimiento en mi cuero cabelludo. Levanto la mano en un movimiento reflejo apoyando la palma de la misma en donde mi dolor se produce.
Lo observó alejarse unos cuantos metros más allá, siendo testigo de como sus mejillas se empapaban a cada segundo a causa de las lágrimas que salían como torrentes por sus ojos oscuros.
Sin poder evitarlo me encogo en mi lugar.
—No entiendo — susurro.
—Por favor Isak... solo aléjate de Even.Del sofá donde anteriormente se había encontrado agarra su chaqueta y camina a pasos torpes hasta la puerta, apartandome de un empujón.
—Él matará a Even si sigues a su lado.
Susurra refregando con fuerza el dorso de la mano por sus mejillas y, finalmente, sale de la habitación perdiéndose en el pasillo alumbrado por los pequeños focos amarillos.
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Hermético © (Evak)
Fanfiction«El amor no tiene cura, pero es la cura para todos los males» - Leonard Cohen × Publicada: 18/12/16 × A.U × Historia inspirada en los personajes (Isak&Even) de la tercera temporada de la serie noruega SKAM. Copyright © ghostelines ...