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Era divertido que Hoseok se sentara frente a ellos en la clase de inglés. Normalmente este se sentaba atrás, pero como era tan malo en esa materia la Srta. Jung lo obligaba a sentarse en ese puesto.

Changkyun disfrutaba corregirlo, y aunque Hoseok le mirara mal no podía decir nada, cuando la profesora agradecía la ayuda del menor. En cambio, Jooheon podía desquitarse lanzándole bolitas de papel o pateando su mochila "por accidente". Y era maravilloso porque Hoseok realmente no podía hacer nada, cuando la profesora le había prohibido decir cualquier cosa que no fuese en inglés.

- Hoseokkie... - susurró Changkyun en la oreja de Hoseok, inclinándose sobre la mesa mientras la profesora escribía una frase en la pizarra; crispándole los nervios al mayor, quien se dijo que debía tener paciencia para no matar al mocoso ahí mismo. – tienes algo pegado en la espalda.

Hoseok se llevó una mano a la espalda, tomando una nota que estaba pegada a esta. Al leer la frase ofensiva, con la evidente caligrafía de Jooheon, simplemente arrugó la nota entre sus manos y le sonrió a la Srta. Jung cuando está volteo a verlo extrañada.

Esa era una de las razones por las que Hoseok no quería que se reconciliaran. Juntos le hacían la vida imposible no solo en la clase de inglés. En cambio, en el tiempo que estaban separados, ninguno de los dos se atrevía a retarlo, Jooheon incluso se dejaba molestar por él.

Changkyun, codeó al otro cuando este reprimió mal una carcajada, provocando que a él también se le dificultara guardar silencio. Y ellos continuaban molestándolo, llevando la paciencia de Hoseok a otro nivel. Eso sí, cinco minutos antes de que terminara la clase, ya estaban preparados para salir corriendo. Las pocas veces que Hoseok los había atrapado ambos habían acabado tan mal, por la única razón de que el mayor no les daba tiempo ni de reaccionar. Recuerdan una vez en la que Hoseok no esperó a que la Srta. Jung se retirara del salón, simplemente se levantó, se dio la vuelta y con el puño derecho golpeó a Changkyun en el ojo, y con el izquierdo a Jooheon en la nariz. Al mismo tiempo, y con una rapidez que los menores ni siquiera lo vieron venir.
Si, los tres acabaron en el despacho del director. Pero después de ese suceso, los tres habían acordado esperar a que la maestra saliera del salón.

El timbre sonó y en cuanto la Srta. Park desapareció por la puerta, Jooheon y Changkyun empujaron a los demás y corrieron lo más rápido que pudieron. Siendo perseguidos por un Hoseok realmente cabreado. Pasaron las aulas de segundo y bajaron las escaleras sin precaución alguna y aunque Changkyun se dobló el tobillo siguió corriendo. Creyeron haberlo perdido en el comedor del colegio, pero no fue así. Cruzaron todo el campo de futbol y finalmente lo perdieron de vista en las duchas. Sin embargo, siguieron corriendo hasta llegar a un almacén donde guardaban vieja utilería del club de teatro, en el cual se escondieron.

Se sentaron uno al lado del otro, tratando de regular sus respiraciones. Era como un juego, también habían acordado que, si Hoseok no los atrapaba en el receso, ya no podía hacerles nada durante el resto del día.

Una vez se calmaron comenzaron a soltar risitas sueltas. Se miraron cómplices, y cuando Changkyun se relamió los labios, Jooheon se sintió realmente sediento. Su estómago se contrajo y cuando estaba a punto de acercarse al menor, quien, también tenía la vista fija en sus labios, reaccionó y volvió su vista al frente. No debía estropear las cosas de nuevo, así estaban mejor.

- El receso ya va a terminar – dijo tras tragar saliva con dificultad – deberíamos irnos.

Changkyun asintió, ocultando su decepción, pero al intentar levantarse sintió una aguda punzada en su tobillo derecho, lo que le obligó a sentarse de nuevo con una mueca de dolor.

- ¿Estás bien? – preguntó Jooheon colocándose de cuclillas frente al menor.

- Ah, si...solo es...- Changkyun se quejó golpeando la mano de Jooheon cuando esta presionó su tobillo con fuerza. - ¿¡Tenías que hacer eso, idiota!?

- Dijiste que no era nada

- Yo no... -

- Sube – dijo Jooheon ofreciéndose a cargarlo.

El menor iba a negarse, pero cuando entendió que esa podía ser una oportunidad para estar más cerca de Jooheon, se mordió la lengua y se dejó hacer.

Descansó su cabeza en el hombro del contrario y aspiró su perfume en secreto. Su corazón se emocionó, y se abrazó al cuello de Jooheon con más fuerza. Cerró sus ojos dejando que Jooheon lo cargara a través del campo de futbol.

Me Da Igual ❥ JooKyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora