HOLY « s.m

afterparty

Perdí un poco el balance luego de recibir el golpe y cómo pude tire puñetazos a la hija de Satán, le atiné en la nariz y en el pómulo, ella se quedó en shock por unos segundos y luego se abalanzó sobre mi haciéndonos caer al piso de madera frío y poco higiénico.

—¡Suéltame garrapata!— le grité intentando safarme de ella

Cassandra tiraba de mi cabello y yo con una mano el suyo y con la otra intentaba empujarla, pero era más pesada de lo que parecía.

—Deja de ser tan puta— gruñó

—No soy puta, no cobro y no es mi culpa que los hombres no te encuentren tan atractiva como para querer enrollarse contigo— le respondí como pude

Al parecer le di justo en su ego porque después de esto recibí una muy fuerte bofetada en la misma mejilla donde fui golpeada por primera vez. Todos los que estaban cerca se habían puesto al rededor de nosotras y habían comenzado a corear "pelea, pelea" desde que habíamos caído al suelo; alguien se inclinó hacia Cassandra y la tomó por la cintura alejándola con fuerza de mí, yo me quedé tendida en el suelo soltando patadas al aire por si la garrapata se volvía a lanzar. El novio o amigo de la bendita pelirroja era quien la sujetaba, mientras ella se retorcía intentando salir de su agarre. No veía a ninguno de los Jacks por ahí, gracias por nada chicos.

Sentí que alguien se ponía de rodillas detrás de mí, cerré los ojos y me quede inmóvil, estaba agotada y mi cuerpo estaba en shock. Quien fuera aquel o aquella que  en el suelo me levantó Dios sabe cómo y me cargo sobre su hombro quedando así mi torso colgado en su espalda y mis piernas por delante, seguía sin poder moverme, por su figura y la evidente fuerza pude notar que era un él y no ella quien me había levantado. El chico que me transportaba caminó hasta la salida de la casa y luego hasta un Jeep.

—¿A dónde me llevas?— tartamudeé

Si será cabrón, me dan una paliza y este hombre quiere tener sexo en el auto o llevarme a su casa, me van a violar ¡Ayuda! Aunque mi cerebro se esforzaba por querer indicarle a mis extremidades que se movieran estas no reaccionaban.

—Tranquila no te haré daño.

Cuando estuvimos junto al Jeep me puso sobre el cofre y casi me desmayo cuando vi que se trataba de Shawn, el hijo del pastor.

—¿Q..q..qué estás haciendo aquí?— mi cuerpo temblaba por la adrenalina y nunca en la vida me hubiera esperado que fuera él

Colocó sus grandes manos en mis hombros y me miró preocupado —Vine a la fiesta ¿Y tú qué hacías?

Fruncí el ceño —Jugando a las barbies ¿Qué parece que hacía?— no estaba segura si esa respuesta había sido sarcástica o seria tomando en cuenta que estaba bajo los efectos del alcohol

Shawn rió —Ven aquí— me tomó por sorpresa cuando me tomó con las dos manos por la cintura para cargarme y luego meterme en el asiento del copiloto de su vehículo ¿Seguía yo bajo los efectos del alcohol? ¿Acaso también fumé marihuana? ¿Qué está pasando? Fruncí el ceño mientras el mismísimo Shawn Mendes subía al auto.

—¿Qué crees que haces?— le pregunté balbuceando aún con el ceño fruncido

—Te llevo a mi casa.

¿Y ahora quién se cree? O sea, no le negaría pasar una noche con él porque demonios, era bastante guapo, pero lo conocía solo de hace unas horas y siendo el hijo del pastor ya quería llevarme a su casa. Volteó a verme y volvió a reír, tenía una risa agradable.