HOLY « s.m

slow hands

SHAWN

Me molestaba el hecho de que hubiera huido y me hubiera dejado con Hannah a quien por cierto, tuve que cortar a media conversación con la excusa de que tenía que ir por Aaliyah al centro comercial y me fui con tan solo decir "adiós" y darme la media vuelta. Había sido el momento más incómodo del mundo, ella solo hablaba y me decía que en verdad lo sentía y que Jack igual pero en algún punto de su charla hipócrita yo me puse a mirar a un pug que estaba cerca y mis oídos comenzaron a ignorar su chillona voz.

—Lamentó haberte abandonando— dijo Sabrina contra mi hombro mientras acariciaba mi cabello y yo el suyo.

—Hubiera sido más fácil si te hubieras quedado, simplemente la saludábamos y decíamos que teníamos una cita con amigos, pero no, huiste a la tienda de osos.

Una risita salió de sus labios dándome un cosquilleo en el hombro.

—No pensé rápidamente.

—Me doy cuenta de eso— bufé

—¿Y hay algo que quieras decir sobre tu momento incómodo?— preguntó removiéndose un poco en mi regazo

Si seguía haciendo eso, nada bueno iba a resultar para mí.

—En realidad, me distraje con un pug que estaba cerca, no sé si era bisco o así se ven todos los pugs— confesé y Sabrina rió

—Creo que así son Shawn— depositó un beso en mi mejilla y luego se levanto del sillón gracias al cielo

—Eres como un mini koala.

Sabrina rodó los ojos con una sonrisa en el rostro.

—Arriba— hizo un gesto con la cabeza —Vamos a grabar tu cover ¿recuerdas?

Cierto, lo había olvidado.

—De acuerdo, vamos.

La seguí a su estudio donde la luz del atardecer estaba por asomarse y la calidez del cuarto daba la sensación de estar en un gran lugar. Sabrina jaló una silla junto a la ventana y la colocó de forma en que esta quedara detrás de mí y luego preparó todo para grabar.

—Será un momento mágico porque ya sabes, estará el atardecer.

El brillo en sus ojos delataba su emoción, entonces miró hacia el piso.

—Mi momento favorito del día son los atardeceres— murmuró mirando hacia el paisaje detrás de mí.

Nunca nadie me había confesado algo que le gusta con tanta honestidad y de corazón, se siente bien. Sacudió la cabeza y luego se acercó a la cámara.

—Bien, empecemos— dijo sonriente cambiando radicalmente el tema, aún no estaba acostumbrada a ser honesta con sus sentimientos y yo lo entendía perfectamente

—Está bien— tomé mi guitarra la cual había ella dejado  junto a la ventana, cerré los ojos, respiré hondo y comencé a tocar Drag Me Down de One Direction.

—I've got fire for a heart, I'm not scared of the dark, you've never seen it look so easy...

Y cuando terminé solté un suspiro y miré a Sabrina que me miraba detrás de la cámara recargada en el cristal.