hogar dulce hogar

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SABRINA

Lo abracé fuertemente y recargué mi cabeza nuevamente en su pecho, ojalá pudiera abrazarlo más seguido, nunca nadie me había abrazado tan cálidamente. De un momento a otro la canción de la tienda que comenzó a sonar en la tienda era Take Me To Church y no pude evitar soltar una risita.

—¿Me vas a llevar a la iglesia Shawn? Te diré todos mis pecados y para que puedas afilar tu cuchillo— dije traduciendo la letra.

Shawn rió y escuchar su risa en su pecho me provocó escalofríos.

—Sí, lo necesitas con urgencia, offer me that deathless death Good God, let me give you my life.

Nos separamos del abrazo y Shawn se quedó mirando fijamente hacia mí, luego extendió su mano y limpió las lágrimas de mis ojos.

—Las princesas no lloran.

  —¡Sí sí sí! ¡Mr. Brian Increíble ha cumplido su buena obra del día!— gritó alguien no muy lejos y Shawn y yo volteamos a verlo.

Shawn miró al pelirrojo con una expresión de diversión y Brian tenía las mejillas sonrojadas.

—Ay no, arruiné el momento perdón—  estrelló la palma de su mano contra su frente —Voy a twittear esto a mis dos seguidores.

Sacó su celular y comenzó a teclear, Shawn y yo estallamos a carcajadas.

—Por cierto Shawn, debemos ir por tus cosas antes de que las donen a la caridad tus padres exagerados ¿vienes Sab?

Asentí.

—Shawn se quedará en mi departamento ¿podrías dejarnos después ahí por favor?

Brian arquéo la ceja e hizo una mueca muy graciosa.

—Ahí está tu respuesta a por que no tienes novia— dijo Shawn

—Es porque las chicas no saben apreciar a los bromistas y chicos cool como yo, ser bromista es ser cool y hacerse notar— hizo un gesto de colegiala engreída.

—Sí, claro Mr. Brian Increíble, iré a buscar ropa y nos vemos todos en la entrada en media hora ¿de acuerdo chicos?

—De acuerdo— respondimos Brian y yo al unísono.

Los chicos se fueron a la sección de hombres y mientras yo buscaba ropa linda al mismo tiempo que mi cerebro trataba de procesar lo ocurrido hace unos segundos. Vale, ahora el hijo del pastor de mi iglesia el cual me odia vivirá en mi departamento y yo me estoy mudando ahí y vamos a estar los dos, solos... cielos.

Tomé mi celular de mi bolso y tecleé rápidamente el número de uno de mis mejores amigos y luego de tres timbres contestó.

—¿Qué pasa babygirl?

—No me llames así Sammy, digamos que adopté a Shawn en mi departamento y por si lo recuerdas estoy mudándome ahí solo yo... Y pues, estaremos los dos... solos.

—¿Espera qué?— dijo emocionado del otro lado de la línea —¡Stass! Sabrina va a tener una noche de pasión con Mendes, me debes veinte dólares— oí a Sam gritar alejado de la bocina de su teléfono.

—Eh ¿sigo aquí Sam? Y eso no va a suceder así que tu le debes veinte a Stassie.

—Oh si lo siento, eh ¿qué? No, ya se apostemos tu y yo veinte y si eso pasa tu me deberás veinte y usarás mi nueva mercancía.

—Solo porque sé que eso no sucederá acepto— rodé los ojos como si pudiera verme

—¡Genial! Bueno si ¿entonces que decías?

HOLY « s.mDonde viven las historias. Descúbrelo ahora