Huevos y Harina.

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Pov. Perrie:

Jade se levantó decidida, en aquel momento supe que era la hora, estaba muriendo por sentirla y aunque, un terrible miedo creció en mi interior porque todo saliese mal, no dude en levantarme tras ella. Pero me lo impidió, cambiando por completo la expresión de su rostro.

–Desde que todo empezó... –, susurró, juntando sus dedos –Lo único que he hecho ha sido insistirte, y creo que es injusto.

Sostuve su mano, e hice que se sentase sobre mis piernas. Acaricié su cabello y sonreí mientras la miraba, triste, por la absurda razón de que ella creyese que quería hacerlo por sus insistencias.

–Desde que me lo pediste he estado dando vueltas, y vueltas, buscando el lugar perfecto para ti, no eres cualquiera en mi vida, quiero que todo lo que venga de mi sea perfecto para ti, lo mereces pequeña –. Un mechón cayó por su rostro y lo aparté inmediatamente, colocándolo sobre su oreja –No pienses que no quiero dar este gran paso, solo quería buscar el momento y el lugar ideal para ti, para que todo sea perfecto, y que si pasaba... que fuese porque el momento lo decidía, no quería que nada fuese porque habíamos llegado a aquel acuerdo.

–Siento que, no soy suficiente para ti Perrie. –, viró su rostro, mirándome –Mírate, todos querrían tenerte.

–Nadie me quería más que para... el sexo –, tragué en seco –Tu eres alguien que todo el mundo desearía poder amar como yo lo hago, antes de conocerte yo solo era un cuerpo, tú has conseguido que sea quien soy hoy, no sabía amar hasta que apareciste en mi vida, tú me has enseñado a amar, a valorar, todo lo bueno que hay en mi es gracias a ti –Acaricié su rostro –No eres suficiente porque siempre voy a querer más de ti, todo lo que eres me hace feliz, perdí las esperanzas en muchas cosas hasta que te conocí Jade, eres lo que todo humano pueda desear, irradias amor por donde quiera que vayas, nadie te merece porque nadie sabrá ver nunca las cosas en la forma que tú las ves, y te amo por todo eso Jade Thirlwall, eres todo lo que un día quise y todo lo que necesito a día de hoy.

Jade se volteó, abrazándome, sin decir nada más que aquello.

–¿Qué se supone que debo decir? –, sus ojos brillaron y una lagrima cayó por su mejilla –Te quiero Perrie, te quiero mucho.

–Yo también te quiero pequeña, yo también –.

Cancelando todos mis planes anteriores, permanecimos abrazadas toda la tarde, en silencio, Jade se quedó dormida en mis brazos, eso me dio tiempo para pensar otra vez en cuanto la amaba. ¿Cómo podía ser posible que alguien tan pequeña como ella me hiciese sentir así? Permanecí quieta a su lado, ambas tumbadas y con la chimenea calentando el salón, la contemplé dormir todo lo que pude. Hoy era noche buena y debería preparar algo especial, pero nada era tan especial como estar abrazada a ella, viéndola dormir. Me acurruqué a su pequeño cuerpo y la abracé con más fuerza, así durmiéndome junto a ella.

Desperté unas horas más tarde, con el otro lado del sofá vacío y una sábana sobre mi cuerpo, me levanté y caminé hacia la cocina, donde una hermosa Jade leía algo en su teléfono, con decenas de ingredientes rodeando el mármol de la cocina.

–¿Puedo saber que estás preparando? –, Jade alzó su vista.

–¡No! –. Se levantó, empujando mis hombros y haciéndome recular –Se supone que deberías de estar dormida hasta que todo estuviese listo.

–Bueno, tu plan ha salido mal... –. Reí, acercándome a ella –¿Estabas preparando la cena de hoy sin mí?

–Ese era el plan, pero es muy complicado preparar un pavo, ¡No sabía que debía rellenarse con tantas cosas!

I'm in love with a dirty | Jerrie thirlwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora