Las reglas son las reglas.

1.4K 147 28
                                    

                  

Pov. Perrie:

Cuando lleguemos a la pizzería, ninguna de las apenas habló en toda la cena, solo cruzábamos varias miradas, fue demasiado incomodo la mayoría del tiempo, Jade comía en silencio y no encontraba ninguna palabra, ni tema para comenzar una conversación, pero tristemente, dije lo típico que se suele decir;

–¿Te gusta la cena? –Jade me miró incrédula, ya que le prestaba más atención al vaso que tenía frente a sus ojos, y que miraba completamente desconcertada, temía que se estuviese aburriendo, aunque, si no estoy criticando, pasaba esto; silencio, estaba tan acostumbrada a ello que lo que dije sonó más estúpido de lo que creía.

–Me encanta –, Tragó, tapándose los labios con la mano –. Este sitio es acogedor, gracias por traerme –.

–Lo recomendó Jesy, me parecía buena idea traerte aquí en la primera cita –. Palidecí al percatarme de lo que acababa de decir, el tiempo comenzó transcurrir a cámara lenta por un instante, todo comenzó a dar vueltas, pero entonces Jade sonrió, y sentí un alivio recorrer todo mi cuerpo, haciendo que todo volviese a la normalidad.

–Yo creía que no era una cita –. Sonrió bromeando –. Entonces, ¿Va en serio? –Le miré un segundo, mis uñas se clavaron en la mesa, los nervios se estaban comiendo mi esencia. –Lo nuestro, claro –Aclaró, sonreí rápidamente, le di un trago a mi vaso de agua y asentí.

–Por supuesto –Dije en tono de juego, ambas reímos. –Pero no confirmaremos nada en la primera cita, obviamente, tenemos que cumplir la regla de las tres citas –Reté con mi mirada a Jade, quien sonrió ampliamente, viéndola sonrojarse al instante.

–Las reglas, son las reglas –Jade fijó su mirada en mis ojos, reluciendo un pequeño brillo en los de ella, sonrió y volvió a pasar.

Mi corazón palpitó contra mi pecho deseando salir de él, pero esta vez lo sentí estallar, como un niño golpeando unos tambores, llevé la mano derecha a mi corazón, y miré la mesa desconcertada, tratando de respirar con normalidad.

–Oye, ¿Es-Estás... bien? –Preguntó Jade mirándome seria, sujetó mi mano izquierda, la mano que no dejaba de dar toquecitos contra la mesa, el filo de mis uñas estaba comenzando a tener forma plana, por tantos pequeños golpes en aquella superficie.

–Sí, creo que sí –Sonreí rápidamente, apartando la mano de mi pecho, fijé mi mirada en Jade, y sujeté su mano, con la yema de mi dedo, acariciando los finos y pequeños dedos. –¿Te apetece ir a algún otro sitio? –Ella asintió lentamente.

Pov. Jade:

Después de entablar una conversación, terminamos de cenar, decidimos ir al cine, a Perrie se le ocurrió por un momento coger el coche y conducir muy lejos de aquí, pero ambas reímos sabiendo que eso era una locura, no sabía que estaba pasando con Perrie, cuando llegué, era una dura piedra irrompible, han pasado varios meses y no hasta el último comenzó a tratarme medianamente bien, algo cambió en ella, posiblemente algo que había hecho o le había pasado; Era muy agradable últimamente, no sabía si esto estaba siendo un juego, tomarme la mano, o sonreírme, todo aquello; comenzar a hacerlo después de meses sin hacerlo una sola vez, pero quería que esto siguiese así el resto de mi vida... Su sonrisa era tan hermosa, que llegaba a debilitarme en fracciones de segundos, y, sus ojos eran dos destellos que brillaban daba igual en qué estado de ánimo se encontrase, antes solo era agradable mirarle cuando callaba, porque nada de lo que decía era arrogante y mucho menos cruel, pero ahora, lo único que deseaba era que me hablara, y que sus ojos se fijasen en los míos...

Estas últimas semanas, hablar con ella, se volvió algo necesario, cada palabra, cada pequeño movimiento, se grababan en mi corazón y sentía en pequeños momentos, que quería eso para siempre, Perrie no solo era hermosa, sino que, tenía una personalidad única, tal vez necesitaba conocerla más para llegar a encontrar su lado débil, pero había un "problema" con eso;

I'm in love with a dirty | Jerrie thirlwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora