|7| [1/2 maratón]

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Primer día en el colegio.

Todos me miraban con extrañeza, cómo si yo fuese de otro mundo. Algunos que me conocían de lejos me miraban atónitos. Creo que ninguna persona creía que yo volvería a estudiar en ub colegio.

Después que mi papás murieron yo no lograba salir, no quería hacer nada. Entonces fue cuando mi madrina tuvo la brillante idea de que yo estudiara en casa hasta que me sienta confortable de volver a asistir clases en el colegio. Me hizo bien el tiempo estudiando en casa de madrina pero, no tenía un ruido, una risa, alguien se burlando de otro, alguien preguntando cuando íbamos a salir. Y eso me fastidió, ahora sí voy a volver a tener clases con la gente que estoy acostumbrada, con risas, y alguien burlándose de algo.

Pero simplemente caminaba con miedo por los pasillos. Todos me miraban. Matteo no vino conmigo, ya que probablemente se quedó dormido, cómo siempre. Por lo que él me dijo éste año va a estudiar conmigo ya que reprobó el año pasado por no ir al colegio. Le regañe mucho, si no fuese por eso él ya estaba en la universidad. Pero no, el muy hijo de una fruta, simplemente se quedaba dormido todos los días.

Llegué en el salón que me indicaron que era el mío y efectivamente todos mis compañeros se encontraban allí, Matteo también.

Sentí unos brazos rodearme la cintura. Sonreí.

— ¡Loca, te extrañaba tanto! — dijo Gastón. Sonreí. Ese chico era completamente loco, así lo quería.

— Yo también, nene — dije cuando nos separamos. Él se sentó en su acento y yo miré el profesor, no lo conocía — perdón por la tardanza... No encontraba... — él ne interrumpió.

— Sientes por favor, no quiero excusas — dijo muy serio. Yo le obedecí y me senté al lado en frente de Matteo — ya me hablaron sobre vos... Así que no tiene explicación para que llegue tarde, ya conoce a la perfección el colegio — dice eso para después empezar a escribir en el cuadro blanco.

Frunci el ceño. Alerta profesor regañon.

— Este año el Blake está más estricto que siempre — dijo Matteo en su susurro para que solamente yo lo escuchara. Asentí con la cabeza.

— Lo veo — dije y solté una leve risa.

Empecé a escribir, pero simplemente no podía ni mirar la pizarra, hasta eso era aburrido en el aula de historia.

Miré a todos mis compañeros. Algunos nuevos, otros viejos. Pero lo que más me llamó la atención fue que Gastón hablaba animadamente con una chica morocha. Frunci en ceño y me sentí ofendida. La una chica que Gastón siempre hablaba era yo, creo que ahora no tengo más ese puesto.

La chica tenía un estilo diferente. Creo que es lesbiana. Por cómo se viste, y actúa. Ella tenía su cabello en una coleta, no usaba ningún maquillaje, y su ropa era muy larga. Ella no estaba de uniforme... ¿Porqué no la regañaron? Rodé los ojos.

— ¿Quién es la chica que habla con Gastón? — pregunté a Matteo sin despegar mi mirada de los dos amiguitos.

— Ella es Delfina Alzamendi, entró hoy — dijo Matteo naturalmente.

— ¿Es lesbiana?

Matteo soltó una risa.

— No lo sé, ¿porqué lo preguntas? — preguntó en tono de burla — ¡no me digas que ahora eres lesbiana! — reí negando con la cabeza.

— No, boludo, es por el modo en que ella se muestra... Sólo eso — le dije y volvemos a hacer lo que el profesor estaba escribiendo.

Seguimos con la clase de ese profesor aburrido. Realmente casi dormí, pero jamás duermo en el aula, aún más si es una que no soy tan buena.

¡Te Odio!  |Simbar|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora