Hace una semana atrás recibí un mensaje de Victor diciendo que quedáramos hoy a las seis en el Distrito Comercial, para hablar y aclarar algunas cosas. Al principio me había emocionado por la simple razón de que nos veríamos, pero al pasar de los días caí en cuenta de que no sería una cita cualquiera. Seguro me pediría que tomáramos un tiempo, mientras el aclaraba las cosas con su familia. Al menos eso es lo que esperaba.
"And my hopes, they are high,
I must keep them small."Caminaba a paso lento por las aceras que daban vista al océano, eran las cinco de la tarde, pero la ansiedad me estaba consumiendo y preferí salir a tomar algo de aire que hacerme mentes extrañas encerrado en mi habitación.
Jugaba con el vaho que producía mi aliento al chocar con la fría temperatura del exterior, intentado distraerme de cualquier impulso estúpido, como ir a casa del peliblanco. Estábamos a finales de noviembre y ya se podían observar algunas guirnaldas y luces navideñas decorando las calles, dándole a todo un ambiente más acogedor.
Antes de que si quiera me diera cuenta estaba de pie frente a la gran calle llena de comercios, aún faltaba una hora para mi reunión con el peliblanco, por lo que no comprendía por qué mis pies se habían dirigido hasta allí.
Sin vacilar más entré al distrito y comencé a caminar viendo las distintas tiendas y locales que había, la diversidad era enorme a pesar de que la ciudad no era muy grande. Escuchaba los niños reír mientras corrían de aquí para allá, el sonido de la música de las tiendas dispersarse en el ambiente y algunas aves que cantaban calmadamente, ajenas a todo.
Por un segundo pensé que todo saldría bien, me sentía incluso feliz a pesar de todo. Pero, tan sólo fue un segundo.
Apenas levanté la vista del suelo para apagar un cigarrillo, lo vi; era Victor. Estaba abrazado a una chica de cabello corto y pelirrojo. No sé cuánto tiempo estuve observándolos desde algunos metros de distancia, toda la felicidad y tranquilidad que pude haber tenido se desapareció al instante.
Giró su vista hacia mí, noté como sus ojos se abrían de la más pura sorpresa y se separaba rápidamente de aquella pelirroja. Ella quedó confundida ante el acto y volteó de igual manera hacia mi dirección, su mirada no cambió, era amable. Me sonrió de forma dulce achicando sus ojos.
No le pude devolver el gesto.
Por mi mente no se dejaba de repetir la misma escena; él besando a otra persona.
Él, mi novio.
Mejor dicho... ¿ex-novio?
No lo sabía, no había manera posible de que supiera qué era lo que estaba ocurriendo. Ni siquiera sabía cómo sentirme.
Volví a fijar mi vista en el peliblanco, estaba más pálido de lo usual y sus manos tiritaban. Observé que le decía algo la chica, quien cambiaba su semblante a uno más serio. No me vio de nuevo, se limitó a dejar un casto beso sobre sus labios antes de retirarse de la escena a paso rápido y con el ceño fruncido.
Él empezó a acercarse a mí. Caminaba lento, parecía como si tuviera miedo de lo que sea que fuera a salir de mi boca; cuando era yo quién temía.
Llegó hasta estar frente mío, su mano se acercó a la mía con lentitud y antes de que pudiera tomarla la aparté bruscamente. No quería que me tocara.
Pero, a la vez, no quería que se alejara de mí.
Mi cabeza era un revoltijo de ideas sin soluciones ni respuestas aparentes, me sentía traicionado y las ganas de largarme a llorar a mi hogar eran inmensas, pero no quería que me viera débil. La verdad era que no sabía lo que quería.
-Yuri... -rompió el tenso silencio que se había formado entre nosotros- Yo puedo explicarlo.-¿En serio? Creo que todo me quedó bastante claro. -mi voz salió más tosca de lo que hubiese querido, estaba molesto, no lo podía negar.
-Por favor, no te pongas así. -la voz se le iba quebrando más y más a medida que hablaba.
-¿Cómo quieres que no me ponga así?, ¿quieres que tire rosas y te felicite por conseguirte a una chica linda? ¡Vaya, felicidades entonces! -elevé la voz y un par de miradas de los transeúntes se posaron sobre nosotros.
-¡No es así!
-¡Los vi, Victor! ¡Tú y ella se... -Antes de que pudiera seguir hablando me tomó por los hombros y unió nuestros labios en un beso que deseé jamás hubiese ocurrido.
No, por favor, no me beses con los mismos con los que besaste a ella.
"Never knew loving could hurt this good."
Me separé de él con un empujón y sentí sus lágrimas sobre mi mejilla, era horrible, no quería volver a sentir eso en mi vida. La tristeza que emanaba el rostro del peliblanco me rompió el corazón, las gotas saladas no paraban de correr por su rostro, tenía unas grandes ojeras bajo sus ojos y noté algunos moretones en los pómulos, ¿qué había pasado con aquel Victor sonriente?
-Y-yuri, no quería q-que las cosas terminaran así. -tartamudeaba mientras intentaba secarse las lágrimas con su manga.
-No quiero oírte.
-Pero...
-¡Que no quiero oírte! ¡No quiero verte! ¡No vuelvas a tocarme!
Dolía. Cada palabra que decía dolía. No sabía si era cierto todo lo que salía de mis labios, muy en el fondo no deseaba que él se fuera. Deseaba que se mantuviera a mi lado y me dijera que todo iba a estar bien.
-Perdón. -susurró con la cabeza gacha.
-Terminemos con esto. -dicté con una firmeza que ni yo mismo sabía de dónde había logrado obtener.
-Eres cruel. -levantó la vista del suelo y me miró directo a los ojos. Sentí que me ahogaba en el azul de sus orbes.
-El cruel eres tú.
-Tienes razón. -una sonrisa triste se pasmó en su cara- Supongo que lo mejor será dejarlo hasta aquí, después de todo para eso fue que te cité aquí.
Me sorprendí ante su sinceridad, pero ya no me quedaban ganas de seguir discutiendo, me provocaba tirarme en mi cama con un kilo de helado a ver películas antiguas, quizá con algo de alcohol y nicotina.
-Entonces...
-Lo siento. -murmuró dándose la vuelta- Te quiero, Yuri.
En definitiva, él era el cruel. Lo vi alejarse de mí y fue cuando lo perdí de vista que gotas de agua se aglomeraron en mis lagrimales.
-Lo arruiné todo, ¿no? -pregunté al aire comenzando a caminar también, pero en la dirección contraria.
Y así, me aparté. Me aparté de la persona que más quería en el mundo.
Me aparté porque fui un idiota.
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FOOLS - victuuri; yuri on ice
FanfictionLa vida tiene distintos caminos preparados para cada persona y no pueden ser cambiados, algunos le llaman destino, otros suerte. Pero Yuri Katsuki le tiene un nombre muy particular; desgracia. Quizá su vida parecía feliz e ideal, pero las cartas no...