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ADVERTENCIA: este capítulo contiene escenas sexuales explícitas como también el consumo de alcohol y cigarro.


La música retumbaba en mis oídos, y sentía las vibraciones del bajo por todo mi cuerpo. Ni siquiera habíamos entrado a la casa cuando ya una mezcla de alcohol y tabaco inundaba mis fosas nasales.

-Me encanta este olor, ¿a ti no, Yuri? -me dijo un muy sonriente ruso. En definitiva, mi novio está loco. El olor me estaba mareando, ¿cómo a él no?

-¡Vicchan! ¡Yuri! -gritó Chris una vez nos había abierto la puerta.

-¡Feliz cumpleaños, teñida! -se abalanzó el ojiazul sobre él en un abrazo.

-Feliz cumpleaños. -secundé con una sonrisa.

-Gracias, chicos. Pasen. -dijo haciéndose a un lado para que entráramos- El baño está en el piso de arriba a la primera puerta, la cocina doblando este pasillo y las habitaciones son el resto de puertas, si están ocupadas por favor no monten una orgía. -continuó antes de desaparecer entre el gentío.

-Ven, vamos a divertirnos. -me dijo para jalarme del brazo hasta una barra llena de botellas, preparó dos tragos rápidos y me tendió uno- Sólo es vodka, soda y limón, te lo preparé suave. -me sonrió.

Tomé el vaso de plástico y le di un sorbo, tenía razón, estaba bastante suave, tanto que yo mismo le agregué un poco más de licor. No era la primera vez que bebía ni mucho menos, solía hacerlo bastante seguido en los primeros años de preparatoria. Lo había dejado hace un año cuando un alcohólico al volante se llevó la vida de mi padre. Me había prometido a mí mismo no volver a embriagarme.

Estuvimos hablando un rato en la barra mientras bebíamos, Victor tenía un cigarro en su mano y de vez en cuando me ofrecía, aunque siempre me negaba. Luego de que llegaran todos, el volumen de la música aumentó, haciendo que el ruso me tomara por el brazo y me llevara a la improvisada pista de baile. Estaba sonando música electrónica y podía ver como todos a mí alrededor saltaban al compás mientras tarareaban la letra de la canción. Imitaba lo que todos hacían y debía admitir que me estaba divirtiendo.

Empecé a tener calor, ese calor típico de las fiestas, donde los grados de alcohol en el cuerpo y el baile hacen que sudes y sofoques. Desabotoné los primeros botones de mi camisa y lancé mi suéter a algún lugar de la casa. Sentí unas manos en mis caderas y al girar la vista pude ver al albino, completamente sudado y con una sonrisa de lado, pegándose a mi cuerpo. No lo rechacé y comencé a marcar el paso del baile con mis caderas mientras él me seguía el ritmo. Estuvimos así hasta la mitad de la canción, cuando sentí que Victor comenzaba lentamente a besar mi cuello.

Me alejé rápidamente de él con las mejillas hirviendo, ganándome una mirada bastante confusa de su parte. ¿Acaso no es él a quien no le gusta mostrar afecto en público?

-Yuri, no te alejes. -dijo con un tono lastimero acercándose a mí mientras yo daba pasos hacia atrás- ¿Es que no me quieres?

Oh no, ya estaba ebrio, lo noté por sus mejillas ruborizadas y sus pupilas levemente dilatadas. Eran apenas las dos de la mañana, ¿los rusos no tienen algo de aguante? Largué un suspiro antes de agarrarlo por la muñeca y sentarlo en uno de los sofás que estaban en la esquina del salón.

-Vic, estás ebrio, deja de beber. -le reñí cuando vi que tomaba un vaso y le daba un sorbo.

-Yo no estoy ebrio, tú estás sobrio, ese el problema.

-¿Tiene algo de sentido lo que acabas de decir? -pregunté irritado buscando algo de agua que darle.

-No sé. -no pude evitar reír y rodé los ojos antes de tenderle un vaso con agua, que se bebió en un santiamén.

FOOLS - victuuri; yuri on ice Donde viven las historias. Descúbrelo ahora