Al colgar, una oleada de recuerdos invadió mi mente. Nostalgia. Mucha nostalgia. Nostalgia de Londres, no de Louis… ¿o sí?
Chris: ¡Ya estoy aquí!
Corrió hasta mí y me levantó.
Tn: ¡Bájame, bájame!
Me hizo caso y me relajé en el sofá.
Chris: Aquí tienes al nuevo camarero de la pizzería de enfrente.
Le choqué la mano.
Tn: Me alegro muchísimo.
Al sonreír sentí un gran dolor punzante. Chris lo notó ya que mi cara cambió de inmediato.
Chris: ¿Qué te pasa?-dijo nervioso-
Segundo dolor punzante. Y tercero. Y cuarto. Y quinto… ¿He roto aguas? No, por favor. Ahora no. Siento como sí Christian ya quisiera salir.
Tn: Vamos… vamos…
Demasiado tarde. No tengo fuerzas.
Narra Chris
Al ver cómo Tn dejó de sonreír me empecé a preocupar. Apretó sus ojos en señal de dolor. Empecé a ponerme nervioso. Le pregunté que le pasaba… demasiado tarde, se había desmayado. La cogí en brazos y me dirigí al coche. Estaba nervioso. ¿Christian ya estaba de camino? Me conduje lo más rápido al hospital. El suelo estaba mojado. Efectivamente, había roto aguas. Gracias a dios que el hospital no estaba demasiado lejos. Me salté algún que otro semáforo, todo por Christian. Todo por ella. Al llegar, los doctores me miraron extrañados.
Chris: ¡Es urgente!
Un chico joven se me acercó.
Enfermero: ¿Qué le pasó?
Chris: ¡Ha roto aguas!
El enfermero llamó para que le trajeran una camilla y se llevaron a Tn.
Enfermero: Espérese aquí.
Chris: Quiero ir con ella.
Enfermero: Venga… ponte esto.
Me dio una bata verde. Sí, la típica bata verde que sale en las series.
Tn: ¿Chris?-dijo con pocas fuerzas-
Corrí hasta ella.
Chris: Todo estará bien, confía en mí.
Sonrío con dulzura aunque se notaba que estaba sufriendo. El enfermero empujo la camilla con toda su fuerza y llegamos a una sala.
Doctor: ¡Venga!
Tn se recolocó.
Doctor: Esta dilatado, perfecto… ¿Cómo te llamas?
Cómo vi que Tn no tenía fuerzas respondí por ella.
Chris: Tn.
El doctor me miró y me giño un ojo.
Doctor: Vale, Tn, cuando te diga que empujes, empuja con todas tus fuerzas.
Ella asintió.
Doctor: ¡Empuja!
Sentía los gritos de ella.
Doctor: ¡Empuja!
Le costaba. Mucho. Demasiado.
Chris: Tu puedes.-le susurré-
El doctor seguía diciéndole que empujará, ella lo intentaba pero no era fácil. Estaba sudando, sudando por el gran esfuerzo que implicaba parir. Cuando pensé, que era imposible que lo consiguiera, sentí un llanto. ¡Christian! Tn se desplomó en la cama. Se la llevaron otra vez. Limpiaron a Christian.
Enfermera: ¿Quieres cogerlo?
Por un momento dudé. ¿Ella no debería ser la primera? Finalmente acepté, recordé unas palabras que me dijo hace unos días: ‘’Si me pasa cualquier cosa, quiero que seas tú el que primero que coja a Christian. Sé que se sentirá protegido. Prométemelo. ’’