En el escenario

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Advertencia: Los personajes de Candy Candy son propiedad de Misuki e Igarashi, usados en este fic sin fines de lucro.

Historia Ficticia. Todos los personajes nuevos son de exclusiva invención de esta autora.

Capítulo XXIII

En el escenario

Candy, desde su lugar, veía todo como si estuviese en el escenario mismo. Era un lugar realmente privilegiado el que Terry había conseguido para ella. Podía definir cada detalle de la puesta en escena, mirar a los ojos de los actores y sentir lo que ellos querían y deseaban transmitir a su público.

Cuando Archie la dejó, el telón venía recién abriendo, es decir, no se había perdido nada. Cuando llegó el momento de la entrada de Terry, Candy se fijó en Cordelia, sabía que ese personaje lo interpretaría Susana Marlow, y como buena novia "celosa" de su hombre, notó como a la actriz le cambiaba el rostro al interactuar con el Rey de Francia, que no se podía negar... se veía espectacular, había que ser ciega para no notarlo, su presencia, su voz, y como se movía en el escenario, hacía que fuese el personaje o el actor más admirado por las jovencitas y también por las no tan jóvenes entre el público, aún por Cordelia. Pero Candy también notó que cuando Terry decía sus parlamentos la miraba a ella, claro, él sabía donde era que Candy estaría sentada, y por supuesto se aprovechaba de esa ventaja para mirarla cada vez que las escenas se lo permitían. Candy se sentía en el cielo.

No así Susana. Habían ensayado con Terry en muchas ocasiones, y siempre obtenía de él las miradas que correspondían a los parlamentos, pero esta vez, era como si le hablara a otra persona, como si ella no existiera. La actriz, se esmeraba en su papel, esperando las tan añoradas palabras y miradas que el Rey de Francia le dirigía a Cordelia, pero estas no llegaban

--¿A dónde es que mira?-- se preguntaba Susana-- parece mirar hacia el público, pero las luces no nos permiten ver hacia las butacas... no entiendo

Susana notaba que Terry miraba hacia las butacas, pero no se podía ver nada, entonces dejó de preocuparse y se concentró en su parlamento.

Candy seguía palabra por palabra al Rey de Francia

--Terry-- pensaba Candy-- tan varonil en tu personaje-- cerraba los ojos y los recuerdos venían a ella... cuando se conocieron en el Mauritania la noche de año nuevo... cuando la ayudó a superar su temor a los caballos y la muerte de Anthony... el baile en Escocia... su primer beso... así Candy entre sus recuerdos y su presente en la vida de Terry, disfrutaba de la obra plenamente.

En cambio, en el palco de los Andrew, Archie no podía disfrutar del espectáculo, él, que era amante del teatro, la opera, los musicales y todo cuanto fuera arte digno de admirar. Había llegado tan entusiasmado, tenía tantas ganas de ver actuar a su ahora amigo y novio de su prima, pero no podía. La tía abuela lo había sentado al lado de su "novia", que no lo dejaba ni a sol ni a sombra. Era un alivio para él que sus padres y hermano estuvieran dándole apoyo constante, tanto es así, que su padre al verlo tan amargado por la situación le dice

--Archie

--Sí padre-- contesta el muchacho

--No veo muy bien desde aquí, ¿podrías cambiar el lugar conmigo?

--Por supuesto padre-- Archie no era tonto, y entendió que su padre quería rescatarlo del suplicio llamado Annabeth Britter.

Annie, al ver que Archie cambiaba del puesto con su padre, quiso reclamar, pero no alcanzó a decir ¡ah!, cuando ya Arthur estaba sentado a su lado y Archie, dos puestos más hacia la derecha, ya que Janice también avanzó un lugar a la izquierda con su esposo, quedando de la siguiente manera: Stear, Patty, Archie, Janice, Arthur, Annie, Sra. Britter, Sr. Britter, delante de ellos los Leagan y la tía abuela.

Te llevas mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora