Desahogo

23 2 0
                                    

Sebastián:

-Quiero... Que s-seas mi N-novia...

No lo podía creer se lo había dicho, estaba nervioso y no podía decirlo de algún otro modo... Pero como es de esperar siempre algo malo tiene que pasar ¿No?

-¿T-tu N-novia?

-Si, mi padre me quiere obligar a casarme y para impedirlo le inventé que tenía una.

-Ya veo.- ahora su rostro parece ¿Desilusionado?

-Y ... Como yo, te he ayudado con todo lo relacionado a tu padre, pensé que igualmente tú lo harías conmigo.

Al decir esas palabras me arrepentí al instante jamás había sido mi intención recordarle mi ayuda, me sentí un miserable. Pero ya no podía hacer nada al respecto solo disculparme.

Y cuando iba a hacerlo ella me interrumpe...

-Valentina, yo...

-Esta bien, te ayudaré de igual manera que tu lo has hecho conmigo y mi padre.

- Yo... No era mi intención...

-Descuida, no es necesario que digas algo más. Dime ¿Qué  quieres que haga?

Sentí un dolor muy grande en mi pecho, su manera de hablarme había cambiado por completo.

-Solo necesito que... Vayas a comer a mi casa el sábado.

-Muy bien, el sábado nos veremos.

Se despidió de mí y se marchó...

----------------

Valentina:

Debía salir de ahí en ese momento sino podría romper a llorar ahí mismo.
Fue tan increíble que me pidiera ser su novia, mi emoción creció, no lo esperaba, pero sus palabras me desengañan y me trajeron a la realidad.  Por supuesto que él nunca se fijaría en alguien como yo.

Acepté, ¿Por qué? ¿Lo habría hecho si él no hubiera mencionado que nos ha estado ayudando?

No lo se...

No se que pensar... ¿Mi opinión sobre Sebastián ha cambiado?, ahora  veo que no es como yo creía, lo que me ha pedido, me hace pensar que tal vez no es lo que yo pensaba. Y todo este tiempo me he estado formando una idea de él muy equivocada.

Entré al baño, no quise ir directo con mi padre porque sabría que algo me pasa, me conoce muy bien.

Me tardó bastante tiempo, intentó reprimir las ganas de llorar y por un momento siento que es inútil, pero no me doy por vencida y calmó mis ansias por llorar.

Decido salir de una vez, no puedo seguir demorando más tiempo.
Llegó hasta la habitación de mi papá y él, Sebastián está ahí.

-¿Pasa algo?- preguntó al instante, un poco preocupada.

- No se preocupe, solo es mi chequeo...

-Entiendo- No dejo que termine de explicarme y ni siquiera le dirijo la mirada, mi padre me ve con el ceño fruncido.

-Bueno, todo va muy bien, debe prepararse... Continuaremos con la administración de su tratamiento por la mañana.

-Gracias, doctor no sabe cuánto se lo agradezco, siento tanto alivio de saber que podré seguir aquí, con mi hija. Al menos por un tiempo más.

Abrazo muy fuerte a mi padre con las lágrimas a punto de salir.

-Bueno, me retiro.

Cuando el doctor se va decido acabar con las dudas que me acechaban desde que mi padre está internado.

Por AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora