Valentina:
Llegamos al hospital, sin mucha demora, aunque para mi el camino fue el más largo que alguna vez recorrí.
Los paramédicos bajan a mi padre y le dicen al médico que lo recibe las dosis de medicamento que le han suministrado, este al instante se pone a checar pulso y demás. Comienzan a preguntarme el porqué de su estado y si alguna vez había sufrido este mismo estado de crisis, yo apenas puedo contestar a sus preguntas...
Sin perder tiempo trasladan a mi padre a cuidados intensivos, yo lo veo atravesar una gran puerta blanca, quiero alcanzarlo pero una enfermera me impiden el paso, me da tanto miedo el no poder ver a mi padre otra vez, no se si pueda seguir adelante.
Recuerdo cuando nos informo su estado.
Dos Años Atrás...
El día había sido muy largo y pesado, mi madre se encontraba sentada frente al televisor observando una noticia bastante impresionante respecto a un accidente de auto, las imágenes eran realmente impactantes, mientras yo me preparaba para dar el siguiente examen en la escuela el cual parecía ser el más difícil de todos los que había presentado hasta el momento.
Mi padre llega a casa más temprano de lo usual y a su llegada me percato que no es el mismo de siempre, su mirada luce apagada, como si temiera algo, incluso se ve ido, ausente. Aun así nos saluda como siempre aunque no con el mismo ánimo, mamá parece no darse cuenta de esto, ella continúa viendo el televisor. Mi padre se encuentra ajeno a nosotros ni siquiera nos mantiene la mirada, comienzo a preocuparme, nunca lo había visto decaído, por nada...
Las semanas pasaban y él no mejoraba, su actitud ya no era la misma, parecía que había perdido el interés en todo, estaba más decaído su luz se iba extinguiendo y yo no me percataba de nada, me sumergí en mis estudios. Estaba decidida a ser la mejor de mi clase para que ellos, mis padres estuvieran orgullosos de mi. Ahora me arrepiento de no haber sido capaz de darme cuenta, siquiera de algo por mas mínimo que hubiese sido para poder ayudarlo a tiempo...
Una tarde estábamos todos cenando, cuando mi padre recibió una llamada un tanto extraña, se había inquietado al ver el número en la pantalla, pero enseguida se levantó de su lugar y atendió, lo más alejado de nosotras que pudo... Sin embargo yo podía verle a lo lejos y cada que el escuchaba y ponía atención su mirada se oscurecía y el color se le iba de la cara. Me angustie no sabia que pasaba, algo en mi interior me decía que las cosas con él no iban para nada bien...
La llamada se cortó, y el cabizbajo se acercó a nosotras, vi incluso un par de lágrimas rodar por su mejilla...
-¡Papa! ¿Qué ocurre?-me levanté de mi lugar y fui hasta él, no dijo nada solo me abrazo, y fue el abrazo más doloroso que alguna vez sentí, mi angustia creció más... Comenzó a llorar en mi hombro yo no sabia que hacer, mi padre estaba sufriendo y yo aun no entendía el porqué.
-Hija...- solo pronunciaba esa palabra, no podía parar de llorar, mi madre nos veía con sus ojos humedecidos y algo extrañada
-Jorge, ¿Que pasa?- mi madre pregunta con voz queda, parecía que también le estaba afectando el estado de mi padre.
-Por favor, dinos qué te ocurre, desde hace ya tiempo te he notado extraño, sea lo que sea te apoyaremos, no lo dudes.
-Pasa...-comenzó, pero algo le impedía continuar su voz no quería salir-que no estoy bien... He acudido al medico hace un par de meses, y no me han dado buenas noticias. No creen que pueda... No me queda mucho tiempo a su lado.- No lo podía creer el ser más fuerte que conocía, la persona con más esperanza que alguna vez me tope estaba apunto de darse por vencido... No, no lo iba a permitir.
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Por Amor
RomansaEra momento de aceptar... Pero la duda me invadió, yo estaba enamorada, aunque sabia bien que esto para él solo era un trato, sabia que solo aceptaba por conveniencia... Ella estaba por dar el si. Dirigí mi vista hacia ella por un instante, y en s...