Ayuda

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Valentina:

En todo el tiempo que llevábamos yendo y viniendo a consultas y demás, papá jamás había comentado nada acerca de sus malestares y si no es porque le daban estas crisis no me habría enterado de sus síntomas.

-¡Soy una tonta!- comienzo a derramar más lágrimas- No soy capaz de...

-¡Basta!, no te sigas haciendo daño, no es tú culpa que está enfermedad me haya dado a mi.

-Su padre tiene razón. En estos momentos debe de haber apoyo y tranquilidad.

- De cualquier modo, soy yo quien no ha querido que sufras por mi culpa.

Hago cuanto puedo por dejar de llorar, pero no lo consigo, no es solo que mi padre se encuentre hospitalizado... También vienen a mi los recuerdos de mi madre. Aunque ya haya pasado tanto tiempo ella sigue presente en mis pensamiento y anhelo el día que regrese.

- Si me disculpan, debo ir a preparar las cosas para sus estudios- antes de salir se dirige a mí- Sólo se le concederán un par de minutos más ¿De acuerdo?

- Si doctor, de verdad muchas gracias.

Me quedo viendo por donde se ha ido por un largo tiempo.

- Es muy guapo ¿Verdad?- giró en dirección de mi padre sorprendida.

-¡¿Qué?! ¡No!.

-No lo niegues... Puedo ver que el doctor te gusta.

Niego con la cabeza, un poco avergonzada de las palabras de mi padre...

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Sebastian:

Camino por los pasillos del hospital en busca de Lucí para pedirle que realice los papeleos que se requieren para realizar los estudios al paciente.

Cuando la localizó le informo lo que tiene que hacer y ella me entrega la nueva información que proporcionó la joven, que ahora se, su nombre es... Valentina

Su nombre me hace recordar el abrazo que nos dimos, en ese instante por un momento me olvide de todo, jamás me había sucedido, sentir su cálido abrazo fue algo impresionante, me sentí ¿Seguro? Y una ola de alivio me invadió, no estoy seguro a que se debe, pero me sentí realmente mal cuando lloraba por su padre, quería volver a abrazarla y decirle que todo iba ha estar bien, nunca me había ocurrido y no sabía cómo contener las ganas de abrazarla.

Debía desaparecer esas sensaciones, no es posible que me sienta así por una mujer que apenas conozco...

-¡Sebastian!- Lucí me grita y mueve una mano frente a mis ojos, lo que hace que salga de mis pensamientos.- Ay, disculpa que te vuelva a gritar, pero parece que estás en otro mundo. Llevas ahí parado bastante tiempo y ni siquiera has terminado de decirme lo que tengo que hacer o ¿Era todo?

Sonrió y niego con la cabeza...

-Si, eso es todo.

-Bueno me daré prisa, pues ese paciente necesita con urgencia seguir con su tratamiento ¿Verdad?

-Así es, es un caso realmente sorprendente. ¿Puedes creer, que se ha mantenido en pie después de negarse a ser atendido como corresponde?

Lucí me ve con sus ojos bien abiertos, negando con la cabeza...

Mientras espero que las cosas estén lista decido irme a mi consultorio, pero parece ya no haber más emergencias por este día, en cierto modo eso me alegra bastante. Poco a poco siento mis ojos pesados y sin darme cuenta me quedo dormido...

Por AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora