Sintiendo el más grande dolor que mis hombros han soportado miro al suelo desesperado pues no se como avanzar, ella preciosa diosa que desde el Olimpo me observa y yo un simple mortal que casi no la llega a ver. Armado únicamente con mi lienzo y mi pincel escalo su monte Olimpo para estar a su nivel, y allí entre las flores de ese jardín del edén la vi aún más preciosa de lo que nunca imaginé. Bella dama infame, robaste mi corazón lo intenté sustituir por avispero, pero tu voz a mis avispas enamoró y como voy a olvidar yo aquella voz. Canto que solo pudo ser entonado sobre los cielos para el mismo Sol.
Pese a estar alejado de ti te amo y solo me marcas la dirección pero mi naturaleza me obliga a desobedecer a los márgenes que implantas en el sendero que sé, no llegará a tu corazón.
No quiero seguir pautas quiero romper las directrices que nos miren y solo puedan pensar que somos los dos locos felices, solo pido sentir tus muecas al verte errar, solo pido que pueda tus ojos y tu belleza admirar, mas cada vez son más altos tus muros y mas difíciles de derribar. Ojalá que te des cuenta de que solo soy un ansioso, impaciente por amar.