Mi anima voló entre páginas mi corazón ardió en su fuego y tras de eso solo soy yo. Alma libre que escuchas mis llantos, anhelo tu libertad, quiero poder reír, llorar y poder mirar mis propios versos sin comenzar a sollozar. Quién dijo que parecer normal me acercaría a la sociedad, no puedo evitar ser un loco que esta dispuesto a gritar a una hoja en blanco e infinitos pensamientos plasmar.
Pueden llamarme excéntrico por querer más libertad, pero el hombre esta condenado a ser libre y el loco a querer más. Y si tan sólo pudiese por un resquicio escapar, de esta mi prisión que me impide respirar, sabría que mis límites no existen solo me importará volar, sabré que estaba en una cárcel invisible forjada toda en cristal.