Intento dejar constancia de mi decadencia y hacer callar a las voces que susurran en mi conciencia, quisiera dejar a mi mente en la más absoluta indigencia mas no puedo parar su incansable incandescencia. Presumo de una presunta inocencia, pura farsa que casi acaba con mi paciencia, los años no cambian mi apariencia mi mente sigue igual que cuando humos tenían mis creencias y es que si algo aprendí de esa olvidada experiencia es que cada página no acaba en punto, la mayoría son un etcétera. Si miro atrás solo un momento veo a mi antiguo ser muerto, cambié mi perspectiva tantas veces en mi vida que ya no se si soy vivo y muero o un muerto que es un suicida. Todos cambiarían la forma en la que me miran si dijera la verdad sobre mi pensar, no es que sea excéntrico, puedo confirmar que no son ellos son las voces que me incitan a atacar y puedo asegurar de que un día llegará en el que mis barreras caigan y no me pueda controlar. Me preguntaron que si las oía y ellas me dijeron que mintiera y le dije sí, verdad o mentira, todo depende de la perspectiva.