Dangerous Woman || Arturo Vidal

13: "Sentimientos"

Han sido días tranquilos, mantuve mis distancias con Arturo, pero ya no me odia, podría decirse que nos llevamos bien como amigos o algo así, no sé cómo explicarlo... El Vicente me ha estado cuidando mucho y no ha permitido que me ponga en peligro otra vez y ha curado mi herida de bala que ya está prácticamente recuperada. Ya estoy bien, ya puedo mover mi brazo sin que arda del dolor.

Arturo se fue a jugar por su selección, lo que significa que cuando llegué llegara Felipe Matus, el hermano de María Teresa, no sé cuál es el rol de ese hombre en toda la organización pero debe ser importante, es el que debe limpiar toda la mierda, el que se encarga de los desastres, el que hace el trabajo sucio.

―Höhner me acaba de avisar que Felipe Matus y Arturo Vidal acaban de ingresar al país― me avisó Emily― Hay que prepararse, cada vez que Felipe ingresa al país pasan cosas importantes, no podemos quitarles los ojos de encima.

―Perfecto. Estaré con los ojos bien abiertos ante cualquier detalle― Emily asintió y se removió incómoda. Algo raro había en ella― ¿Pasa algo Emily? ― pregunté.

―Es Felipe, ese hombre no me deja en paz... no pierde la ocasión para tirárseme encima...― eso era una ventaja, aunque al parecer ella no lo veía así, ella no era como yo, que tomaba cualquier oportunidad para poder acercarme a la verdad aunque estuviera arriesgando mi vida.

―Tranquila― dijo Vicente, con su alemán un poco difícil de entender. Él había estudiado en el colegio Alemán de Valdivia, pero a pesar de eso no había logrado pronunciar muy bien. O bueno no también como alguien que tiene el alemán como lengua materna― Nosotros te protegeremos, para eso estamos para protegernos entre nosotros.

―Gracias Vicente... Ahora a sus posiciones Per me acaba de avisar que el auto de Arturo acaba de llegar a la casa― dijo Emily. Per, el detective que hacía de jardinero se comunicaba con Emily por un aparato que tenía un micrófono y un audífono, él cuál Emily y él usaban constantemente, Vicente también lo tenía. Yo no lo usaba, porque era peligroso ya que yo era la que más contacto tenía con la gente de la casa y lo podían notar. Así que si algo me pasaba dentro de la casa estaba jodida, en cambio ellos podían pedirse ayuda entre ellos... Pero el peligro era lo mío así que estaba bien así...

Me dirigí a mi "posición" que era estar con los niños que estaban pegados a la ventana esperando que llegara su papá.

―¡Cony ahí viene mi papi! ― exclamó Alonsito con una sonrisa radiante. Desde que había recibido la bala por él, éramos mucho más cercanos, él decía que yo era su heroína y eso reconfortaba a mi corazón de piedra...

―¡Y viene con el tío Pipe! ― exclamó la Eli. Mi relación con ella no era tan cercana como lo era con Alonsito pero igual ella me quería mucho y yo a ella.

―¿Y cómo es el tío Pipe? ¿Es simpático? ―le pregunté a la niña.

―Sí, es muy divertidoooo y es muy guapo Cony― dijo la niña con una sonrisa. Se la devolví― Vienen bajando del auto― gritó. Luego ella y Alonso corrieron a la puerta.

―¡Hey esperen hace frío afuera, no pueden salir así! ―grité, pero me ignoraron. Segundos después abrieron la puerta y saltaron en los brazos de su padre quién los recibió gustoso y los alzó en el aire. Él era tan buen padre y quería tanto a sus hijos... lástima que fuera un delincuente. Luego de abrazar a sus hijos los dejó en el piso. Mientras ellos corrieron a donde el hombre que estaba detrás de Arturo. Arturo bloqueó mi visión del hombre dirigiéndose directamente hacia mí.

―Hola Cony― dijo mirándome fijamente. Su mirada color chocolate me ponía igual de nerviosa que la última vez que lo vi y hacía aparecer todas sensaciones de mierda en mi cuerpo. Las cuales intentaba ignorar lo más que podía, pero cuando me miraba así era difícil ignorarlas. Me sentía como en el aire y era como si todo mi cuerpo hormigueara.