Reencuentro

La gala

Carine Bourgeios.

Al escuchar ese nombre, ella comprendió sobre qué se trataba, algo había sucedido entre ellos dos.

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Marinette se encontraba preparándose para ir a la gala de Stefano Ambrossini, se puso un vestido desmangado color negro con algunos detalles dorados, diseñado por ella misma, le gustaba como le quedaba, para finalizar sacó unos tacones bajos color negro con gris y se puso un poco de maquillaje.

Todavía seguía estupefacta con la noticia que le había dado su amigo, pero nunca imaginó que lo llegaría a poner tan mal.

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- ¿Qué sucedió con Carine?-preguntó la ojiazul algo preocupada.

- Bueno, ella... terminó conmigo, no me dijo razón alguna, días después me enteré que había regresado a París, ahí supe que nunca iba a verla más, pero, eso no es lo que más me entristece, sino, el hecho de que ahora mismo ella está internada en un hospital.-dijo apagando su voz.

- ¿¡Internada!?-exclamó sorprendida. - ¿Qué fue lo que pasó?

- Todavía no lo sé, cuando me comuniqué con Chloé, eso fue lo único que me dijo, parecía estar molesta conmigo, sonaba un poco furiosa.

- No te preocupes, estoy segura que ella pronto se recuperará.

- Eso es lo único que deseo, por más que ya no esté conmigo, quiero que sea feliz.

El castaño dijo esas últimas palabras con un tono firme, como si le hubiese hecho una promesa a la mujer que amaba.

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La azabache aún se sentía preocupada por John, solo esperaba que en este momento no estuviese haciendo alguna locura.

No, no podía ser, él no era ese tipo de persona.

Sus pensamientos fueron distraídos al escuchar unos toques en la puerta.

- Sí, adelante.

La puerta se abrió, dejando ver al rubio de ojos verdes con una sonrisa de oreja a oreja.

- Hola Adrien.-dijo la chica levántandose.

- ¿Cómo está la novia más linda?-dijo acercándose para rodear su cintura por detrás.

- Pues, muy bien, ya estoy lista para ir a la gala.

- Bueno, me parece que todavía no estás del todo lista.

- ¿A qué te refieres? ¿En qué piensas Agreste?-preguntó mirándolo.

- Te falta esto.-dijo mientras sacaba una cajita color azul de su bolsillo.

Marinette lo miró confundida, al ver la caja, simplemente se preguntaba que podría haber dentro de ella.

- Tienes que abrirla para descubrirlo.-dijo el rubio.

La azabache no dudó ni un segundo, con sus manos temblorosas abrió la pequeña cajita, dentro de ella encontró algo brillando.

Agarró con una de sus manos el collar y vio cada detalle con una enorme sonrisa en su rostro, el rubio notaba la expresión de admiración de la chica.

- Es tan lindo, me encanta, gracias.-dijo dándole un beso.

- Lo vi en una joyería, pensé en que te quedaría perfecto, al parecer no me equivoqué.-dijo mientras le ayudaba a ponerse el collar.

- Veo que ahora tendré que regalarte algo yo.-comentó divertida.

- Con que nunca te alejes de mí, yo siempre seré feliz, contigo.-dijo ruborizándose un poco.