Después de la muerte

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Esa voz... ¿De quién es esa voz femenina y tan angelical?

Ella... se parece mucho a mí, solo que se ve más grande, está con alguien, pero, ¿qué sucede?

Dice mi nombre, dice que debo luchar, que debo despertar.

"No termines como yo, lucha, por favor Marinette"

Esa voz... tan familiar, que alguna vez escuché, ella me está hablando, la primera amiga que alguna vez tuve.

Bridgette.

— Marinette, ¿Qué haces aquí? Vuelve ahora, no te preocupes por mí.

No, no quiero dejarte otra vez, no ahora que te he recordado.

— Sé lo que piensas, pero no puedo regresar, mi tiempo en ese mundo acabó, sin embargo tú aún puedes salvarte, ¿Acaso permitirás dejar sola a la persona que está desesperado porque abras los ojos?

¿Qué dices? ¿Quién está...?

Esa voz... que me llama una y otra vez, puedo... puedo reconocerla.

Es él, él está preocupado por mí, Adrien, amor, estoy aquí, pero... por alguna razón no logro despertar.

Debo hacerlo, puedo lograrlo.

— Puedes hacerlo, yo confío en ti.

Es ahora, o nunca.

Sus ojos se abrieron lentamente, la chica muy débil comenzó a toser, los médicos se impresionaron al ver como su respiración se recuperaba, esa droga que estaba en su cuerpo pudo haberla matado, no lograron entender como lo había logrado.

Adrien se acercó a su novia y le tomó de la mano, lágrimas comenzaron a caer de sus mejillas, se había asustado mucho.

— ¡Marinette, amor!-exclamó quebrando su voz. — Realmente estás bien, lo estás.

— ¿Adrien? ¿En verdad eres tú?-preguntó sorprendida, no lograba asimilar lo que había sucedido.

— Sí, soy yo, estoy contigo, siempre.-dijo sonriéndole.

Después de unos minutos los médicos le pidieron de favor al rubio que se retirara para tratar correctamente a la azabache, él obedeció, ahora que ella estaba bien no podía sentirse mejor, todo había salido bien...

************

Pasaron semanas, esas semanas se convirtieron en meses, todo parecía haber pasado tan veloz.

Adrien se dirigía al cementerio, quería ver nuevamente a su hermano, hace tanto no lo hacía, pero siempre lo había recordado como el hermano que siempre amó y ama.

El rubio dejó las flores en el suelo, observó la lápida y con su mano nerviosa la tocó.

"Félix Agreste"

1993-2017

"Fuiste y siempre serás una persona muy recordada por tus familiares y amigos"

Al ver la inscripción simplemente sintió un nudo en la garganta, había pasado tanto tiempo desde aquel día, pero todavía no podía olvidarlo, como su hermano había arriesgado su vida por él y no pudo hacer nada para devolvérselo.

— No sabes cuánto te extraño hermano.-dijo con voz melancólica. — Estos meses han sido muy duros, para mí, para todos. Pero al final, todo sucede por alguna razón, ¿verdad? Hace mucho no veo a mis amigos, quisiera saber que hacen de sus vidas ahora mismo, seguramente son todos muy profesionales.-sonrió. — Y Marinette... ella ahora está mejor, ese día en el hospital, pensé que iba a perderla, no sé qué hubiera hecho si hubiese perdido a dos personas importantes en mi vida el mismo día, ni siquiera puedo con una... aún soy débil hermano, tú siempre tuviste más carácter que yo, suelo verme serio, pero no soy así.

ReencuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora