Invitación

2.3K 183 53
                                    

El joven Agreste invitó a sentar a su socio, estaba impaciente por hablar pronto.

- Señor Ambrossini, estoy feliz de que haya venido, realmente quería hablar con usted, han sucedido muchas cosas, hay que arreglar un par de detalles.-comentó el rubio ojeando unos papeles.

- Lo sé Sr. Agreste, me he enterado de la situación de la empresa, no crea que soy ignorante con estos temas.-dijo sonriendo de medio lado.

- Claro que no pienso así, sé lo trabajador que es usted, por eso le cuento esto, hemos tenido muchas renuncias últimamente, los pocos empleados que nos quedan ya no están diseñando, se han quedado vacíos, las ventas también han bajado al no tener diseños, me está preocupando mucho está situación, necesitamos conseguir más empleados pronto.-explicó algo preocupado.

- Siempre suelen suceder cosas así, Sr. Agreste, no hay porque preocuparse, a mí me ha sucedido varias veces, pero siempre he podido solucionarlo, por eso, déjeme encargarme, sé cómo manejar estas cosas.-dijo poniéndose un cigarrillo en su boca.

- Pero... es que, no quiero que la empresa caiga en picada, es la primera vez que manejo algo así, por eso me preocupo, por eso, quiero trabajar duro para seguir adelante, déjeme ayudarle Sr. Ambrossini, juntos haremos esto posible.-dijo seriamente. El empresario notó una mirada muy extravagante en el rubio, le parecía interesante de cierto modo.

- Eres idéntico a tu patético hermano, ambos son realmente ingenuos, la única diferencia, es que tú tienes una actitud más firme, tienes carácter, pero eso no te servirá de nada.-pensó en su mente.

- Está bien, como guste Sr. Agreste, de todos modos usted es el legítimo dueño de este lugar, pero siempre estaré como su mano derecha.-dijo sonriendo.

- Gracias por su ayuda, ya puede retirarse Sr. Ambrossini.-dijo acompañándolo hasta la salida.

- Antes de eso, quería invitarlo a una pequeña celebración que voy a organizar, es como una gala, especial para los mejores diseñadores de Italia y parte de Francia.-añadió el castaño.

- ¿Una gala?-preguntó el joven confundido. - No lo sé, en estos momentos estamos pasando por momentos difíciles.-dijo Adrien dudando.

- Por favor Sr. Agreste, usted es un gran diseñador y este lugar es todo un éxito, no aceptaré su rechazo, debe de venir.

- Bueno, como usted me está invitando, para mí sería todo un honor ir.-dijo animado.

- Claro, también puede decirle a la Srita. Dupain, sería un gozo para mí si viniera junto con usted.-dijo sonriendo de medio lado.

- Está bien, de todos modos pensaba en invitarla.-dijo decidido.

- Nos veremos pronto, Sr. Agreste, espero no falte a la gala.-dijo metiendo su cigarrillo a la boca.

El empresario salió de la habitación, Adrien simplemente lo despidió y se quedó nuevamente solo en aquella pequeña sala.

- Estoy seguro que él nos va a ayudar mucho, pero eso no significa que debo quedarme de brazos cruzados.-pensó Adrien en su mente.

Unos toques en la puerta lo hicieron distraerse de sus pensamientos.

- Adelante.-dijo seriamente.

Marinette entró por la habitación, se veía preocupada y a la vez asustada.

- ¿Qué sucede? ¿Te sientes mal?-preguntó el rubio preocupado.

- No es eso, pero...-dijo haciendo una pequeña pausa. - ¿No sientes algo extraño cada vez que viene Stefano Ambrossini aquí? Como que me da mala espina.-dijo dudando.

ReencuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora