Capítulo cuatro.

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Me levante a eso de la una de la tarde, no tenía presiones, no tenía a nadie que me grite, era sábado y conocería a amigos de Justin, que ojala sean buenos. Baje a la cocina y  me serví un vaso de agua y después otro y así sucesivamente hasta que mi estomago pensara que estaba lleno.  Subí de nuevo a mi habitación y entre al baño, el agua fría recorría mi cuerpo, al salir me seque con la toalla y me coloque la ropa interior.  Me mire al espejo y unas lágrimas empezaron a caer. Odiaba mi cuerpo, odiaba no ser perfecta, odiaba no ser un ejemplo, odiaba el hecho de ser una mierda para mi familia. No me podía ver al espejo pero acá estoy… mirándolo. ¿Por qué no puedo ser como las demás chicas? ¿Por qué tengo que ser tan…gorda? Y como siempre, termine lastimándome a mí misma, yo sabía perfectamente que todo lo que hacía estaba mal, pero lo sigo haciendo total ¿A quién le importa?  Y si sigo así más rápido voy a estar con Tony, y es lo único que deseo en este momento. Mientras limpiaba la sangre del suelo, me fije la hora. Esta marcada que eran las seis y media. Mierda, en media hora venía Justin, no me podía ver en este estado si quería parecer normal una vez en la vida .

Me dirigí al armario y me coloque mis vaqueros azules, la musculosa negra y un suéter color negro, que también era de Tony.  Me coloque mis zapatillas negras y me dirigí al baño, me cepille los dientes, me lave la cara y los dientes. Cuando estaba por salir del baño sonó el timbre.  Me dirigí de nuevo a mi pieza y agarre las llaves. Baje las  escaleras  y cuando abrí la puerta estaba Justin con una sonrisa. Su pelo estaba despeinado y llevaba puesto una musculosa blanca y unos vaqueros sueltos negros, llevaba sus zapatillas de siempre. Nos dirigimos hacia su coche y de allí fuimos a la casa de Chaz. Era una casa de dos pisos, con un patio adelante, bajamos de su coche y nos dirigimos hacia la puerta, que estaba abierta, se escuchaban risas a lo lejos,  pasamos por el living, la cocina y después de allí estaba el patio. Allí habían  seis personas, dos chicas y cuatro chicos.

-Chicos, ella es Effy-

-Effy- Dijo Chaz

-Hola Effy- Dijeron los demás

-Bueno Eff, él es Chris-

y me señalo a un chico. Sus ojos eran verde casi marrones, su cabello era rubio oscuro. Estaba vestido con un buzo verde, unos vaqueros azules y unas zapatillas negras

- Él es Ryan- Sus ojos eran azules, su cabello rubio y tenía pecas. Estaba vestido con una musculosa negra, unos vaqueros negros y unas zapatillas blancas.

-Él es Nolan- Su cabello era castaño oscuro, sus ojos del mismo color. Llevaba puesto una camisa a cuadros roja, unos vaqueros azules y unas zapatillas negras.

-Ella es Caitilin- Era muy parecida a Chris, salvo que sus ojos eran más claros. Llevaba un vestido azul ajustado en el torso y suelto desde la cintura con unas sandalias del mismo color.

-Y ella es Selena-

Tenía el pelo negro, sus ojos eran marrones. Llevaba un short tiro alto azul y una remera corta negra con unas zapatillas negras. Las dos chicas tenían un cuerpo perfecto, parecían modelos.

-Me alegro que vinieras Effy- Solo le sonreí

-Que empiece la fiesta- Grito Chaz  Se saco la ropa quedándose en bóxer y salto a la pileta.

¿Por qué no vi la pileta antes? Mierda. Todos lo imitaron, excepto yo.  Las lágrimas iban a caer en cualquier momento,  Selena y Caitlin estaban en ropa interior, mostrando su perfecto cuerpo, mientras que yo me lo quería tapar. Sin decir nada, me dirigí hacía el patio delantero, me senté en el pasto y me acorde que el suéter tenía bolsillos y que allí adentro tenía lo que deseaba en este momento. Agarre el paquete de cigarrillos y el encendedor. Lo encendí y mientras fumaba las lágrimas recorrían mis mejillas

Nunca me dejes {Fan Ficción Justin Bieber} (Libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora