Ya era la hora, Daniel y james habían cambiado su look a algo más rudo, el cabello de ambos estaba peinado hacia atrás con gel, con mi gel.
— vendré por ti en la mañana hermanito— dijo James mientras se miraba en el espejo de la entrada, Jacob subió al segundo piso, ignorando lo la despedida de su hermano — bueno, parece que lo puse de mal humor.— torció la boca y alzó los hombros.
— no beban tanto chicos.— dijo Argus colocándose la chaqueta, ya que el iría a su casa. Sonó la bocina de el auto de Patrick, el los llevaría a la fiesta; Argus salió junto con ellos, se despidió de mí y del viejo con un grito.
Cuando subí a mi habitación me encontré con Jacob y la señora Maggie hablando en señas, al darse cuenta de mi presencia hicieron unas últimas señas y la mujer se despidió, lo único que entendí. La detuve en la puerta.—¿hablas en señas?— pregunte curioso.
— bueno, en el edificio donde te lleve se encuentran muchos niños sordos, así que, tuve que aprender.— mire a Jacob quien se sentó en la orilla de la cama y comenzó a mirar alrededor suyo.
— podrías... ¿Podrías después enseñarme el lenguaje de señas?— la mujer sonrío inclinando su cabeza y asintió, tomo una de mis mejillas y tiro de ella, me le aleje rápidamente y río alejándose de mi.
Sobe mi mejilla y entre a la habitación cerrando la puerta detrás mío.
— te prestaré algo para que duermas cómodo.— le dije a Jacob moviendo lentamente los labios para que se le hiciera fácil entenderme, asintió y comenzó a quitarse la ropa.
Le di la espalda y me acerqué a mi armario, tome una playera de twenty one pilots, ya alto gastada por el demasiado uso que le di, ya que es mi banda favorita, la aventé hacia atrás sin mirar, teniendo la esperanza de que cayera en la cama o el la atrapara; después me agaché un poco más para sacar alguna pantalonera o bermuda, encontré una pantalonera gris que usa en mis entrenamientos de americano, así que la tome y la lance igual.
Yo me quite los jeans y me coloque una pantalonera azul marino, me di la vuelta y mire a Jacob que tenía en manos el libro que había comprado para aprender lenguaje de señas.— oh, veo que ya encontraste mi intención.— me senté a un lado de él, hojeo unas páginas encontrando algunas de mis ridículas notas, como, " Esta mano solo muévela en forma de u, no le hagas caso a la inútil explicación". Río y cerró de golpe el libro, me rasque la cabeza por la vergüenza y reí igual.
— ¿qué lado de la cama prefieres?, es grande así que podrás estar seguro de que...— lo mire y estaba seguro de que no me estaba entendiendo nada, ya que estaba vocalizando muy rápido, suspire y calle. Apunte al lado derecho de la cama y luego el izquierdo, él eligió el izquierdo.
Me lave los dientes, al terminar, cada quien tomó su celular, apague la luz y nos recostamos, mirábamos las redes sociales, algo normal hoy en día, hasta que en mi pantalla apareció un mensaje de Daniel, era una imagen de él con James y Jenna, que tenía puesto el vestido rojo que me había enseñado en clase desde su celular.
Torcí los ojos, algo que me caracteriza mucho y bloquee la pantalla, me coloque la sabana encima y cerré los ojos. Después de cinco minutos me destape y toque el hombro de Jacob, quien iluminó mi rostro con la pantalla de su celular.— ya me dormiré, si necesitas algo despiértame, tengo el sueño ligero.— asintió con la cabeza y me dio unas palmadas en la frente. Reí y le di la espalda, lleve la sabana hasta mi cuello y cerré los ojos, después de diez minutos seguía sin aún dormir, así que me levante y busque mi frasco y bebí tres gotas, al volver a la cama note que Jacob ya estaba dormido, o tal vez solo lo parecía.
Volví a la posición en la que me encontraba y cerré los ojos nuevamente, sentí como Jacob se giró hacia mí y me abrazo, me tense en el momento, me coloque boca arriba y solo giré mi rostro, era una piedra durmiente, quite su brazo de mi e igual su pierna, ya que me tenía como una anaconda a una gacela, pero a los tres segundo me volvió a inmovilizar, bufé y me resigne, no me imagino como dormirán el y James.
Logré consolidar el sueño, pero el sonido de mi celular me despertó, desearía ser Jacob en estos momentos y estar sordo. Me talle el rostro y estire mi mano hasta este molesto aparato, Jacob seguía encima mío, así que trate de no moverme tanto.— ¿hola?— pregunte, mire la hora en el reloj, dos y media de la mañana.
—¿vernos? ¿Te desperté?— era la voz de la representante, se le escuchaba agitada y temblorosa.
—¿Jenna?, claro que me despertaste, ¿para que me llamas?— pregunte un poco molesto y somnoliento, no me gusta que me despierten en la madrugada.
— veras...— río un poco y respiro, pero sonó el tico respiro que hacen las personas cuando lloran — ocurrió que me caí a la alberca de Betty y...— volvió a respirar de la misma manera, yo me di una palmada en el rostro mientras soltaba un suspiro — no encuentro a Daniel ni James por ningún lado y no me contestan el teléfono, podrías, ¿podrías venir por mí?, ¿por favor?— bufé, mire a Jacob, mire nuevamente la hora y me quedé mirando a la nada por unos segundos, recordando que yo le había dicho que no fuera.
— te lo dije.— susurre.
— lo sé.— dijo ella rompiendo en llanto.
Lo más correcto sería ir por ella, a estas horas casi no hay oficiales y podría tomar el auto del viejo, pero mi orgullo no me lo permite, además vuelvo a repetir, se lo dije.
— lo siento Jenna, tu problema no mío, déjame dormir.— colgué y lance el teléfono, talle mi rostro con ambas manos agresivamente y después las baje, sé muy bien que no fue un accidente, pero ella se lo busco por no escucharme, así que tendrá que resolverlo por ella misma.
Mi teléfono volvió a sonar unas cinco veces más, las cinco llamadas las decline, pensé en que debería llamar a Daniel y preguntarle qué pasó, y así lo hice, le llame tres veces pero no contesto, igual lo hice con James, solo que lo llame seis veces, y sin respuesta, a la séptima me mandaba al buzón directamente, lo más seguro es que lo había apagado y es cierto, ha de estar con la chica que mencionó.