Ocultandome en las notas

Capítulo 15

Camino por el largo pasillo en dirección al baño, una furia se apoderó de mi cuando la…

¡Aaaaaaaah!

Cuando la novia de Agustín comenzó hablar de forma déspota.

Entro al baño de niñas casi corriendo, cierro la puerta detrás de mi y suelto un grito que desde hace rato quería salir. Me quedo callada, y camino frente al espejo, vuelvo a gritar y de nuevo me quedo en silencio, mientras suelto un suspiro.

—no seas tonta, deja de comportarte como si Agustín te perteneciera, o como si él gustara de ti… es obvio que no —hablo con mi reflejo—. Kiara y él son prácticamente tal para cual, y está claro que prestará atención a todo lo que su chica ordene.

Vuelvo a suspirar sintiéndome mejor, y comienzo a peinar mi cabello, agrego un poco de maquillaje en mi rostro y cuando el enojo se me ha pasado, salgo.

Camino al salón de clases despreocupada … la verdad no tengo mucho interés en ver ciencias biológicas, por lo que me detengo a tomar un poco de agua. Sigo caminando y toco la puerta cuando llego al salón.

—buenos días… disculpe la demora —digo, sin importar si me deja pasar o no.

—pase adelante.

Cuando la clase finaliza, se da por terminada nuestra jornada en el instituto, así que me dirijo junto a Dana a la salida. Caminamos tomadas del brazo por los repletos pasillos hasta llegar a la puerta. Nos despedimos de Jamie y varias personas conocidas, y nos vamos caminando a casa.

—compre un vestido ayer —dice, contenta.

—¿como es?

—bello—rie—. Es de color negro, con algunas transparencias.

—como te gustan.

—si, aunque no todos… algunas transparencias me parecen vulgares —ambas reímos.

Seguimos hablando animadamente cuando un auto se detiene varios metros delante de nosotras y de él, baja Agustín.

—¡Ug, que fastidio! —bufo.

—¿por que dices eso? Creí que te gustaba —habla bajito, pues se está acercando.

—si, aun me gusta.

—¡Mia, Dana!—asiente ligeramente como a modo de saludo, supongo —. Suban a mi auto, yo las llevo.

—no gracias, estamos bien caminando —ruedo los ojos.

—¿que? No, me duelen mucho los pies es mejor irnos con Agustín.

—soy tu amiga, deberías apoyarme—susurro, haciendo que solo ella escuche.

Agustín pasa la mano por su cabello y sonríe.

—¿que dijiste, Mia?

—nada —me limito a contestar—, solo le decía a Dana que tenemos que hacer algunas compras. ¿cierto? —miro a Dana.

Aunque Dana me mira con el ceño fruncido en señal de confusión, me sigue la corriente asintiendo.

—no hay problema entonces, las puedo llegar —Agustín me guiña el ojo—. Además, tengo algunas cosas que me gustaría platicar contigo.

—no creo que tengamos algo que hablar—alzo una ceja, indiferente.

—tal vez tu no, pero él si —comenta Dana, como si se divirtiera.

—Gracias, Dana —rie—. Suban al auto.

Dana suelta una risita, ella si que esta disfrutando de esto. Me suelta el brazo y camina hasta el auto, abre la puerta del asiento de atrás y sube. Agustín y yo seguimos en el mismo lugar, sin decir nada. En estos momentos me siento bastante confundida como para escuchar mas palabras provenientes de él.